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lunes, 18 de octubre de 2010

EL ROMPIMIENTO VOLUNTARIO DE LA ALIANZA ETERNA Y LA INMINENCIA DEL FIN DEL MUNDO.

Por Mons. José F. Urbina Aznar

Cuando los científicos de todo el mundo calculan la vida que le queda al planeta Tierra, antes de que sobrevengan grandes cataclismos cósmicos o climáticos, aseguran que son varias decenas de miles de años. El planeta Tierra será habitable con tiempo suficiente para que el hombre conquiste todo el espacio, para que grandes descubrimientos y avances tecnológicos y científicos tengan lugar que le permitan al hombre gozar de una salud casi perfecta, una vida larga, una seguridad inmejorable y una paz entre los hombres lograda por el destierro de los "tabús" impuestos a los seguidores de innúmeras religiones que al fin serán superadas y desaparecerán. El hombre habitará un mundo feliz, sin preocupaciones, creerá en la ciencia y en la tecnología, de las cuales se servirá y estará preparado para emigrar a otros mundo si es que algún remoto día se pueda presentar una grave contingencia en la Tierra. Tiene su existencia asegurada. Su ingenio e inteligencia pueden proporcionarle absolutamente todo lo que necesita para seguir viviendo eternamente. Su historia se encamina con paso firme y seguro, desde el rompimiento de la alianza eterna con ese Dios invisible, por caminos promisorios de paz y felicidad que ya no tendrán fin. Y si todo esto, no es palpable todavía, los hombres todos ya creen en esto. Caminan a esto. Corren a esto. Y si todavía, quedan resabios de antiguas religiones, creencias o prácticas, por aquí y por allá, no se debe más que a antiguos tenores que se van superando, reliquias del pasado, o cascarones huecos que subsisten como una necesidad social, pero vaciados ya de todo contenido trascendente. Las guerras cesarán, el hambre ya no existirá y la naturaleza será completamente dominada. Habrá un paraíso en la Tierra que nunca podrá ver aquella generación de ancianos que se lleven a la tumba las últimas noticias del mundo que conocieron.

EL HOMBRE ¿PODRA FABRICARSE UN PARAISO EN LA TIERRA?
San Pablo, en su primera Epístola a los fieles de Tesalónica, les escribe: "...vosotros sabéis muy bien, que como el ladrón de noche, así vendrá el día del Señor. Cuando estarán hablando de paz y seguridad, entonces los sobrecogerá de repente la ruina, como el dolor a la que está encinta, sin que puedan evitarla. Mas vosotros hermanos, no vivís en tinieblas, para que os sorpenda como ladrón aquel día, puesto que todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; no lo somos de la noche ni de las tinieblas. No durmamos, pues, como los demás, antes bien, estemos en vela y vivamos con templanza" (5, 3). El comentario que hace a este texto la Biblia comentada de Torres Amat es el siguiente: "Paz y seguridad ha sido siempre, a través de toda la Biblia, el mensaje de los FALSOS PROFETAS, cuyo éxito superior al de los verdaderos se funda precisamente en ese agradable optimismo. De ahí que el que ignora las profecías bíblicas, fácilmente vive en esa ilusión, no percibe el sentido trágico de la vida presente, ni el destino tremendo a que marcean las naciones".
Nunca va a tener lugar un mundo promisorio de paz y seguridad fabricado por el hombre a su gusto, del que hayan expulsado al Supremo legislador, como tampoco pudo concluirse la torre de Babel que el hombre soberbio pretendió fabricar con desprecio del Dios del Cielo.
Sin embargo, el castigo de la humanidad apóstata, no vendría hasta que se cumplieran ciertos requisitos especificados con claridad en la profecía bíblica. Tomemos los textos del Profeta Isaías. El anuncia la devastación de la Tierra debido a que el hombre ha traspado las leyes de Dios y ha roto la alianza eterna. El escribe en lo que se ha llamado "el apocalipsis de Isaías" lo siguiente: "He aquí que Yavé devasta la Tierra, la asóla y trastorna su superficie, y dispersa a sus habitantes... la Tierra será devastada, entregada al pillaje; lo decretó Yavé. La Tierra será desolada, marchita; el mundo perece, languidece, perece el cielo con la Tierra. La Tierra está profanada por sus moradores, que traspasaron la ley, falsearon el derecho y rompieron la alianza eterna. Por eso la maldición consume la Tierra y sus moradores llevan sobre sí las penas de sus crímenes. Por eso los moradores de la Tierra con consumidos y reducidos a corto número. Y se pierde el vino y enferma la vid, y suspiran cuantos antes se regocijaban. Y cesó la alegría de los panderos y se acabó el estrepitoso regocijo y el alegre señar del arpa. Ya no beben el vino entre cantares, y las bebidas son amargas a quien las bebe. Y están las ciudades desiertas, en ruinas, cerradas las casas sin que nadie entre en ellas. Lamentándose por las calles: ya no hay vino, cesó el gozo, desterróse de la Tierra la alegría. La ciudad ha quedado en soledad, y las puertas abatidas, en ruinas. Porque así será en la Tierra, en medio de los pueblos, como cuanto se sacude un olivo, como cuando se hace el rebusco después de la vendimia... Terror, hoya, red sobre ti, habitante de la Tierra, el que escape al terror, caerá en la hoya; el que escape a la hoya se enredará en la red. Abranse las cataratas de lo alto, y tiemblen los fundamentos ce la Tierra. La Tierra se rompe con estrépito, la Tierra retiembla, salta en pedazos. La Tierra tiembla como un ebrio, vacila como una choza, cesan sobre ella sus pecados y caerá para no volver a levantarse. Entonces, aquel día, visitará Yavé la milicia de los cielos en la altura y abajo a los reyes de la Tierra... La luna se enrojecerá y el sol palidecerá cuando Yavé Sebaot sea proclamado rey" (Cap. 24).
Esta no es la descripción del mundo que el hombre piensa fabricar. La Biblia de Nácar-Colunga comenta sobre este capítulo: "...es un verdadero apocalipsis, y, como todas las obras de este género, ésta es oscura. El profeta se desliga cuanto puede del medio ambiente histórico y se traslada en espíritu a los tiempos futuros, cercanos al fin ce las cosas, para pintarnos la manifestación de la Justicia de Dios contra la impiedad... A las manifestaciones de la cólera vengadora de Dios, sigue el afianzamiento de Su imperio".
Hay que reflexionar algunas cosas sobre el texto copiado. Primero conviene explicar el significado de algunas palabras: 1. Isaías dice que Yavé "devasta" la Tierra. Devastar es destruir. 2. Dice que la "asóla". Asolar es arruinar y es arrasar. También es poner por el suelo. 3. Dice que "trastorna" su superficie. Trastornar es volver una cosa de arriba abajo y de un lado a otro. Es también invertir el orden regular de las cosas, confundiéndolo. 4. Dice que la Tierra "languidece". Languidecer es perder el espíritu o el vigor. 5. ¿Por qué Yavé va a castigar en forma tan espantosa a los habitantes de la Tierra?, Isaías dice que, porque los hombres "traspasaron la ley", "falsearon el derecho", y "rompieron la alianza eterna". Por eso la maldición consume la Tierra. Luego dice Isaías, algo que hay que destacar muy especialmente: 6. Por eso la maldición consume la Tierra, y sus moradores llevan sobre sí las penas de sus crímenes. 7. Por eso los moradores de la Tierra son consumidos y reducidos a corto número. ¿Qué otra cosa puede ser esta que las gentes han de perecer por tanto cataclismo o tal vez por una guerra mundial de proporciones pavorosas?. Los puntos 5 y 6 deben comentarse más extensamente, lo que haré más adelante.
En el Evangelio de San Lucas, (21, 25 y sigs.) que se lee el primer domingo de Adviento, nuestro Señor Jesucristo dice que en la Tierra "habrá consternación de las gentes, por la confusión que causará el ruido del mar y de sus olas. Morirán los hombres por el temor y recelo de las cosas que sobrevendrán a todo el Universo".
La santísima Virgen cuando se apareció a Melania y Máximo, les dio un mensaje para todos los hombres en el que dice que aquellos que quieren gobernar al mundo, desencadenarán una terrible guerra mundial. Vale la pena copiar un párrafo textualmente: "Las estaciones cambiarán, la tierra no producirá más que malos frutos, los astros perderán su movimiento regular, la luna no dará mas que una pálida luz rojiza, el agua y el fuego darán a este globo movimientos convulsivos y horribles temblores de tierra provocarán hundimientos de montañas y ciudades". También dice: "La Tierra por tres días estará en continua evolución abriendo sus entrañas de fuego...". Se debe aclarar que el texto no está equivocado cuando dice que "el agua" dará a la Tierra movimientos convulsivos. De hecho, acaba de suceder en el oriente un terrible maremoto que afectó a varias naciones y mató a más de 300,000 gentes con consecuencias dramáticas todavía no previsibles. Este maremoto movió el eje de la Tierra 6 centímetros y las consecuencias de eso, ya se hacen sentir en todas partes.
Este mensaje de La Salette tan mal difundido -y a veces cortado, sobre todo cuando dice que Roma perderá la Fe y se convertirá en la Sede del Anticristo-, y peor entendido, en los textos transcriptos, habla de un tiempo en el que los hombres serán castigados, antes de la Parusía, por la apostasía y por el rompimiento de la alianza eterna. Son, pues, los tiempos que nuestro Señor decía que eran "el principio de los dolores". Porque el Dios bondadoso, queriendo que todos los hombres se salven, pues al fin y al cabo lo que importa es la vida eterna, ha de mandar esta terrible medicina, esta purificación para que los hombres hagan penitencia y puedan limpiarse de la corrupción de los tiempos anticrísticos que se están viviendo. Y de los cuales son culpables les hombres que cometen tantos pecados contra Dios, aunque estos pecados sean ocultos y se piense que a nadie dañan.
Conviene reflexionar el motivo por el cual dice el Profeta Isaías que los pecados de los hombres pesan sobre ellos mismos, cuando la doctrina de la Iglesia enseña que los pecados de todos los hombres son lavados por la Sangre redentora de Cristo.

¿ES POSIBLE QUE LOS HOMBRES LLEVEN SOBRE SI LAS PENAS DE SUS CRIMENES COMO DICE ISAIAS?.
La doctrina luminosa de Santo Tomás de Aquino, es muy clara cuando se refiere al Sacrificio de valor infinito de Jesucristo en la Cruz, para satisfacer las ofensas a Dios por los pecados de todos los hombres. En 3, q. 48, a. 2 de su Suma Teológica enseña: "...la Pasión ce Cristo no sólo fue suficiente, mas sobreabundante satisfacción por los pecados del género humano...". Es decir: no sólo paga la deuda de todos los hombres, si todos se quisieran libremente aplicar Su Sangre redentora, sino que por tener infinito valor, puede ser capaz de exceder la deuda de todas las humanidades que pudieran existir y mucho más, porque su valor es infinito. En 3, q. 48, a. 4, Santo Tomás escribe: "...la Pasión de Cristo fue satisfacción suficiente y sobreabundante por el pecado y por el reato de la pena del pecado del género humano; fue Su Pasión algo a modo de precio, por el cual quedan libres de una y otra obligación". Y en párrafos adelante: "Y así, en cuanto el hombre fue liberado del pecado por Cristo, que con Su Pasión satisfice se dice haber sido rescatado por la Pasión de Cristo".
Tomemos ahora, sólo los textos del Profeta Isaías sobre el Sacrificio de Cristo. El habla en los términos siguientes: "El fue (Cristo) ciertamente quien tomó sobre sí nuestras enfermedades y cargó con nuestros dolores" (Cap. 53, v. 4). "El castigo salvador pesó sobre El, y en Sus llagas hemos sido curados" (v. 5). "...Yavé cargó sobre El las iniquidades de todos nosotros" (v. 6). "El Justo, mi siervo, justificará a muchos y cargará con las iniquidades de ellos" (v. 11). "...ha sido: contado entre los pecadores, cuando llevaba sobre sí, los pecados de todos e intercedía por los pecadores" (v. 12).
Hay, sin embargo, como vimos antes, una dramática aparente contradicción en el mismo libro de Isaías pues también dice claramente que los pecados de los hombres pesan sobre ellos mismos. Esto parece contradecir la doctrina de Santo Tomás, la de Isaías y la de la Iglesia misma. ¿Es esto posible?, ¿cómo se explica esta aparente contradicción?. Se explica de la siguiente manera. La Sangre de Cristo tiene valor infinito para salvar a todos los hombres, pero no todos los hombres se van a querer aplicar esos méritos infinitos, sino solamente muchos. Quienes se niegan a aplicarse voluntariamente esos méritos, no serán salvados. Y en el momento que los hombres rechacen todos aplicarse el valor de la Pasión, Dios ya no puede salvarlos.
En el libro del Génesis leemos: "Cuanto hay en la Tierra perecerá, pero contigo haré yo mi alianza; y entrarás en el arca..." (Cap. 6, 17-18). En el Cap. 9 leemos: "Ved, yo voy a establecer mi alianza con vosotros... Hago con vosotros pacto de no volver a exterminar a toco viviente por las aguas". Entonces, romper el pacto con Dios, es rechazarlo, despreciarlo, y quedar expuesto a la destrucción. Todo cuanto hay en la Tierra perecerá, pero se salvarán sólo los que han hecho alianza con Dios. La Tierra no será destruida de nuevo por las aguas, pero la amenaza el fuego, dice San Pedro en su Epístola, el día que el hombre rompa la alianza con Dios. San Pablo habla de un pequeño resto fiel que será "arrebatado" al encuentro de Jesús en Su Parusía.
La alianza con Dios, no se rompió jamás. Así, vemos que ella se renueva en Exodo VI, 19, 24 y 31; en Levítico II; en Números XVIII; en Josué 24; en II de Reyes 2 y 23; en Nehemías 9; en II de Samuel; en Malaquías, etc. Y se promete un nuevo pacto o alianza en el tiempo del Mesías, en Isaías, en Jeremías, en Ezequiel y en Malaquías. En el litro del Profeta Oseas, que es uno de los profetas menores, se promete como un contrato cuasi-matrimonial. Sin embargo, el Profeta Isaías, que es uno de los profetas mayores, predice el rompimiento de la Alianza. Esto es que: el hombre rechaza el pacto, termina su relación con Dios, lo desprecia y lo ignora, quiere ser libre para sentirse dueño y señor de todo lo que existe, el rey de la Creación, y hacer su soberana voluntad sin tener que dar cuentas a nadie, y determinar como supremo legislador, usurpando así el lugar que sólo le corresponde a Dios, lo que es bueno, y lo que es malo. Lo que debe hacer y lo que debe evitar. El hombre llega a negar que Dios existe, habla de "la muerte de Dios" y predica que la idea de Dios ha sido creada por la mente del hombre tal vez llevada por el miedo a lo desconocido o a las fuerzas de la naturaleza como lo hacen las tribus paganas o los ignorantes.
En el tiempo del Profeta Isaías, no se podía tener idea de la forma en que Dios constituiría un nuevo pacto con los hombres en el tiempo del Mesías, y mucho menos la forma en la que los hombres rechazarían este pacto en el final de los tiempos, en los tiempos en los que se acercara inminentemente el fin del mundo y el Juicio Final. Pero ese rompimiento del pacto por voluntad de los hombres, traería como consecuencia que Dios va a devastar y asolar la Tierra, y esta va a temblar como un ebrio, y la va a trastornar, y los hombres van a ser reducidos a corto número antes de la Parusía, y beberán el cáliz de la cólera de Dios ofendido por los pecados y por la soberbia humana.
¿Y cuándo tuvo lugar el pacto anunciado desde antiguo por los Profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel y Malaquías?. Exactamente en la noche anterior a que Dios mismo, la segunda Persona de la beatífica Trinidad hecho hombre para salvarnos de la esclavitud de Satanás, celebrare con sus Apóstoles lo que conocemos como la Ultima Cena. El les dice: este cáliz es la nueva y eterna alianza, en mi sangre.
Quienes quieren obtener de las palabras de los evangelistas las palabras de las fórmulas consecratorias para la consagración del pan y del vino durante la celebración de la Misa, están absolutamente errados y fuera de camino. Santo Tomás de Aquino dice que a través de los textos, esto no es posible, porque los evangelistas sólo querían escribir la historia de Cristo. Pero yo llego algo más lejos. Ellos no querían escribir las fórmulas consecratorias, sino que, lo que querían establecer con toda claridad y exactitud, es que el nuevo pacto o alianza eterna, ¡era el cáliz en la Sangre de Cristo!. Y esto creo, que ha sido considerado muy poco. Eran importantísimas las formas (o fórmulas) sacramentales, pero ellas quedarían al cuidado de la Iglesia que por tradición vendrían de los Apóstoles hasta el fin de los siglos. Consideraron en ese momento histórico destacar la nueva alianza que Dios hace con los hombres. Se puede pensar (Santo Tomás también lo dice), que no convenía en ese momento de la historia, decir que los cristianos bebian la Sangre de Cristo, habiendo calumnias que aseguraban que los cristianos eran antropófagos. Por esto, las formas sagradas, los sagrados misterios constituían lo que llamaban "el arcano". Era, pues, muy importarte para ellos difundir entre los nuevos cristianos que esas Misas que los sacerdotes les oficiaban, conociendo perfectamente ellos las formulas de los Sacramentos que aprendían de sus maestros, eran también una sola cosa con la nueva y eterna alianza que Cristo había unido inseparablemente al decir: este cáliz es la nueva y eterna alianza en mi sangre.
Esa nueva alianza ya no sería renovada, no se repetiría como en el Antiguo Testamento: es eterna. San Lucas así lo dice en el Cap. XXII, v. 23. Pienso, como digo antes, que de este aspecto de la doctrina se hablado poco. Cuando los autores católicos hablan sobre la Ultima Cena,
atienden la institución del Sacramento eucarístico, del amor de Cristo hacia los hombres ya que El dice que había deseado "ardientemente" celebrar esa Cena con el evidente objetivo de darse en alimento de las almas se habla del Sacrificio de Cristo que incruentamente se celebró en la Ultima Cena, se considera la institución del sacerdocio, etc., pero se habla poco de esa nueva alianza que a nivel de instrucción del pueblo se menciona a veces, sólo de pasada. Es un punto magnífico para meditar sobre el Sacrificio eterno que en Cielo se celebra. ¿Cómo fue que Cristo hace presente Su Sacrificio, antes de que tenga lugar en el Calvario, es decir, no acontecido todavía en el devenir histórico humano?.
Después de la celebración de la Ultima Cena, en la que Cristo dice con claridad absoluta e impresionante: este cáliz ES la nueva y eterna alianza en mi sangre, vemos cumplida la profecía del Antiguo Testamento, pero también, podemos ya inferir lo que va a ser el rompimiento del pacto eterno que Dios hace con los hombres: Cristo dice: este es el cáliz de mi sangre; este cáliz es la nueva y eterna alianza. De estas palabras consideremos lo que puede ser el rompimiento del pacto: 1.- Un destierro violento de la Misa que ahora sabemos que es una sola cosa con la nueva alianza, por la persecución del Anticristo o de cualquier enemigo poderoso, no puede ser jamás el rompimiento de la alianza porque sería una cosa obligada y no por voluntad del hombre. La profecía dice claro que el hombre rompe el pacto voluntariamente. 2.- La eliminación de la Misa por una imposición de la falsa jerarquía infiltrada en la Iglesia, provocaría inmediatamente reacciones de protesta de sacerdotes y fieles al ver que todo rito ha desaparecido para dejarse sólo algo parecido a los servicios religiosos protestantes. Es decir, predicación y cantos.
No se puede concebir que si la imposición llegase a tal grado, se podría mantener esto mucho tiempo. Esto fracasaría. No habría culpabilidad pare que la profecía se cumpliese. No queda otro recurso que el truco y el engaño . Cuando Cristo dijo que ese cáliz contenía Su Sangre, lo que había que hacer es que no contuviera Su Sangre. Simplemente. ¿Y cómo podría hacerse?, pues por la adulteración de las fórmulas sacramentales que invalidan la consagración de tal forma que aquello siendo vino, permaneciera siendo vino. El pueblo se alarmaría y muchísimos eclesiásticos si viera que desaparecen las materias de los Sacramentos: pan, vino, agua, aceite, etc. Pero con las palabras (o fórmulas), podría ser engañado porque ellas admiten ambigüedades invalidantes que no se van e comprender con facilidad, o tal vez nunca. El pueblo dice que "confía" en sus pastores para no adquirir trabajo o responsabilidades.
Entonces, debemos reflexionar lo siguiente: el Sacrificio perpetuo, celebrado incruentamente por la Iglesia, es también el nuevo pacto o alianza eterna. Cristo hace de la repetición del Sacrificio o Misa incruentamente celebrado en los altares del mundo, una misma cosa con la nueva y eterna alianza. La repetición de lo que llamamos Misa, ere la continuidad requerida para la vigencia de la alianza nueva y eterna con Dios. En efecto, aunque la Redención lograda por el derramamiento de la Sangre de Cristo es infinitamente suficiente para salvar a todos los hombres, la alianza eterna con los hombres, es el cáliz, es decir la celebración de la Misa católica. Pero esto está absolutamente determinado por la voluntad del hombre. Y si el hombre libremente ya no quiere aplicarse los méritos de la Redención, y elimina la Misa, o la altera de forma que se hace inválida y así al mismo tiempo rompe el cacto con Dios, Dios no tendrá alianza con nadie de ninguna clase, con quien no la quiera tener con El. Porque debe ser libre y voluntaria.
Así ante una Misa que ha sido falseada, que ha sido invalidada, cuando aquel cáliz ya no contenga la Sangre de Cristo, evidentemente la alianza ha terminado. ¿Y no es cierto que al pueblo le gusta la nueva misa?.
Podría yo atreverme a poner en Boca de Cristo las siguientes palabras: mientras este cáliz contenga mi sangre, el pacto estará vigente, pero si este cáliz ya no contiene mi sangre, sabré que los hombres han roto voluntariamente su alianza conmigo. Entonces yo tampoco querré alianza con ellos.
Pero el hecho de no contener ya, la Sangre de Cristo, ese cáliz que se consagra en la santa Misa, por lo cual, y al mismo tiempo se sabe que los hombres han terminado su alianza con Dios, significa varias cosas gravísimas consideradas cada una en sí misma: 1.- Significa en primer lugar que el Sacrificio perpetuo celebrado incruentamente en los altares de todo el mundo católico, ha sido desterrado, y así se cumple la profecía de Cristo que anuncia la introducción de la abominable desolación en el lugar santo, y la profecía del Profeta Daniel al anunciar la interrupción del Sacrificio perpetuo por un tiempo. 2.- Significa que ese destierro ha sido provocado porque los hombres han abandonado la Doctrina ortodoxa predicada por la Iglesia durante toda su historia. Esto hace obvio que aquella general Apostasía predicha por San Pablo en su II Epístola a los fieles de Tesalónica, está ya presente. 3.- Significa que el Anticristo ya está reinando, porque es absolutamente claro, que el Sacrificio será desterrado por la Bestia, a la cual se le dará un tiempo poder sobre el Sacrificio. Así lo dice el Profeta Daniel. 4.- Significa que si el Anticristo ha podido escalar poco a coco por las gradas del Trono de San Pedro y al fin sentarse en él, esto no se debe más que a que los pecados de los hombres ya claman venganza, porque esos pecados, invadiendo poco a poco todos los estratos de la sociedad, de las naciones, de las familias, llegaron a infectar a les hombres de la Iglesia, de todo lo cual, como una ola putrefacta ascendente, dio por resultado la prostitución de la Doctrina, el nacimiento de una herejía que las reúne a todas, el ascenso de los enemigos de la Iglesia por las áreas jerárquicas, la instalación del Anti-Cristo y en fin, la supresión del Sacrificio y la cancelación del pacto eterno de la humanidad con Dios. Ahora ya sabemos cómo es posible que TODOS los hombres, son responsables del rompimiento del pacto con Dios. Desde la base, desde donde pululan los más pequeños miembros de la humanidad, pero donde se revuelcan ya en un lodazal putrefacto de pasiones, de prostitución, de rebeldía, de herejía, de superstición, de soberbia, de disolución social, de asidia, de ignorancia culpable, como formando las patas de la Bestia, se puede divisar la horrible visión de todo el cuerpo deforme del Anticristo, cuya cabeza oscurecida domina a todas las células enfermas y levantando los ojos al cielo renuncia a la alianza eterna y reniega del Dios altísimo, igualmente que lo hizo el día que fue arrojado del Paraíso.
No estoy inventando lo que estoy afirmando. San Gregorio Magno en su obra LOS MORALES, dice: "Reinará el hombre hipócrita por los pecados del pueblo. El es cabeza de todos los hipócritas, porque aquel engañador fingirá santidad cuando viniere; mas le es permitido reinar por los pecados de los hombres... Así que reinar el Anticristo sobre malos, no es injusticia de Dios, sino que esto es por culpa de los hombres... El Anticristo tomara principalmente la hipocrecía, porque siendo hombre condenado, de espíritu malo, dirá que es Dios" (Lib. XXV, T=c- XVI, 34). También dice el santo Doctor: "El Anticristo hablará a la generación perversa y enferma, por lo cual será seguido" (Lib. XI, XXVI, 37). Cuando el rey o el presidente de una nación declara la guerra a otra nación, su palabra compromete a todos los ciudadanos baje cuya autoridad están, y los soldados marchan a la guerra a entregar sus vidas, incluso, para defender a la patria. Cuando el gerente de una empresa hace un negocio de cualquier índole, todos los empleados van a ser solidarios del éxito o el fracaso y si incluso la empresa tiene que cerrar sus puertas, todos se irán a la calle sin empleo. Lo mismo pasa con lo que los santos llaman el cuerpo del Anticristo. Sus pecados, su depravación los hace células del cuerpo del enemigo de Dios, y si el suprime el Sacrificio perpetuo, y si el acaba y reniega de la eterna alianza con Dios, TODOS los que forman su cuerpo son ABSOLUTAMENTE responsables de lo que haga. Porque si está en el Trono de San Pedro el gran usurpador esperado con temor por la Iglesia, no es más que por la solidaridad en el pecado con todos los que forman el cuerpo del Diablo. Esto es incuestionable y hoy mismo, ante los acontecimientos qué tenemos y que podemos ver solamente abriendo los ojos, se está cumpliendo.
Entonces, la conservación de la Misa católica de todos los siglos en la Iglesia, conlleva un entorno, una base esencial que es la fidelidad a la Doctrina ortodoxa. Es el asiento, es el cultivo, es el alimento que mantiene a la Misa vigente y viva. Cristo sabía que no podía haber un rito válido si no había ortodoxia doctrinal. Sabía que la alteración, o supresión implicaba infidelidad y apostasía. Pareciera que Cristo nos dijera: cuidad el rito, cuidad las fórmulas que se expresan y todo aquello que los mantiene y apuntala, pues esto es señal de qué el pacto está vigente. Porque mientras haya Misa, tendréis la señal para conocer que se ha guardado el Depósito con fidelidad y que el anticristo no está presente. El día que sea quitado el Sacrificio, reine el Anticristo y termine el pacto, ese día se habrá traicionado mi roctrina. El Sacrificio y mi pacto les serán quitados, el día que traicionen mi doctrina.
Todo lo que hay en la Tierra perecerá, por la sencilla razón fe qué el "arca" de salvación, que en nuestro siglo pudo ser la Iglesia se ha convertido en la gran Ramera, en la "puttana", la "nutte", la "put", la "prostitute" del Apocalipsis. Y no que la Iglesia verdadera se haya prostituido, porque ella en reducidísimo número ha huido al desierto, sino que la Roma eterna con todas sus instituciones mundiales en eso se ha convertido. Así lo anunció María santísima en La Salette. ¡Y cómo será que el Apocalipsis no la llame "prostituta", la más grande!. La esposa de Cristo, que lo representa entre los hombres, ha desterrado el Sacrificio, ha renegado de la Doctrina eterna, y el que era Su Vicario, es el mayor traidor que dirige desde la cumbre de su Trono usurpado, la prostitución del pueblo y las actividades para que los peores enemigos de Cristo, en aras de una paz entre los hombres, vengan a hacer equipo y alianzas con el Dios del Cielo. Esas relaciones son impuras. Porque Dios no tiene nada que ver con Satanás, y verdad tampoco tiene nada que ver con el error. San Gregorio Magno, e (LOS MORALES, Lib. XIII, Cap. X, 13) que "este mundo, cuando produzca al Anticristo, se dará a luz al pueblo negro". No acierto a ver si aquí se trata de los satanistas que adoran al Demonio, o a los modernistas o progresistas que siguen al Vicario del Demonio y que son solidarios con él del destierro del Sacrificio y de haber rechazado la alianza eterna con Dios.
Por todo esto, se ha de cumplir la profecía de Isaías, por que la incredulidad y la apostasía de los hombres han desterrado el Sacrificio y de eso son solidarios, y han también cancelado el pacto o alianza eterna proclamada por Cristo la noche anterior a Su Pasión cuando con Sus Apóstoles celebró la Ultima Cena. Y de esto los hombres también son solidarios.

EL PAN QUE DA VIDA AL MUNDO.

Cuando un alimento da vida, privarse de él, mata. Esto es obvio. En el Evangelio de San Juan, VI, 35, nuestro Señor dice: "El pan de Dios es el que baja del Cielo y dá la vida al mundo". Entonces, comer de ese pan, da la vida al alma que lo recibe, pero también es cierto que la Misa, que es de donde se obtiene ese pan, es un pararrayos mediante el cual, la Justicia divina se aplaca y puede el mundo seguir existiendo a pesar de todos los pecados de los hombres, porque indudablemente, la falta de Misa y de ese pan "que da vida al mundo", acabaría , incluso con la vida material del mundo. Cristo en este texto anuncia implícitamente la destrucción final a causa de la falta de ese pan. En el v. 27, aclara que aunque ese pan se da gratuitamente, es necesario esforzarse para obtenerlo. Por eso dice: "Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna" . Y más adelante que los Apóstoles le preguntaron cómo habrían de obrar, El les contesta: "La obra de Dios es que creáis...". La lucha por la Fe, la batalla cotidiana a través de los siglos para conservar sin sombra de alteración lo que desde el principio se anunció, sin disminución, la fe en la presencia real de Cristo en el Sacramento eucaristico, porque es el mismo Cristo que se da en ese pan para dar vida a quién lo recibe y que da también una garantía al mundo de permanencia siendo un pararrayos. Es evidente que mientras este pan baje del cielo, tampoco el mundo será destruido, pues este pan "da vida al mundo", no en la forma espiritual que obtienen las almas que lo reciben ni tampoco santificando en el mundo a los hombres perversos, los cuales son del mundo, sino conservando la vida material por amor a los elegidos pues el mundo es un campo de trabajo fértil del cual han de sacar abundantes méritos y gloria para Dios. Si ese pan llegara a faltar, ya no tendría caso la existencia del mundo. Si las almas ya no se alimentaran con ese pan, sobraría la vida del hombre sobre la Tierra, porque el mundo solamente es un camino que se debe recorrer para llegar la vida eterna. Si faltara ese pan que lleva a la vida eterna, ¿por qué camino serían los hombres llevados a la vida eterna?, ¿dónde encontrarían la fortaleza para la lucha contra las potencias del Infierno, contra las glorias pervertidoras del mundo y contra los requerimientos de la propia carne?. Si en el v. 58 dice Cristo que quien coma de ese pan "vivirá para siempre", su privación, ¿no anemia a los hombres y los deja completamente indefensos para superar los ataques de las potencias superiores del Infierno?.
Por ese motivo, Satanás lucharla con todo su poder para que hombre fuera privado de ese alimento y pugnaría valido de su fuerza y sabiduría, por cambiarlo con otro, que aunque fuera agradable a la vista, bueno para comer y excelente para adquirir sabiduría, como la hizo en el Paraíso terrenal, fuera sin embargo, siendo aparentemente igual, un alimento emponzoñado que lo matase y que propiciase la avalancha de acontecimientos que llevasen al mundo a la destrucción total.
En el v. 35, nuestro Señor Jesucristo, dice: "Yo soy el pan de vida", y añade: "el que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí no tendrá nunca sed". Después de declarar que El es ese pan que aa la vida, reúne dos cosas esenciales e inseparables: ir a El, y creer. Es evidentísimo que no está hablando en sentido herético, por ejemplo protestante, porque así estaría predicando una doctrina aberrantemente liberal. No es lo mismo creen en Cristo, que creer a Cristo. Los historíadores ateos, creen en Cristo. Satanás cree en Cristo. Los herejes que se dicen cristianos creen en Cristo, pero ninguno de ellos cree a Cristo. Nuestro Señor se está refiriendo a comer el pan que da la vida eterna, y se refiere también a la conservación de la Fe, del Depósito de la Fe. Y son tan inseparables estas dos cosas, que el día que el hombre llegara a traicionar la Doctrina, ese pan de vida ya no bajaría del cielo. Y ahora, en nuestro día sabemos que esto es así.
Ese pan que da la vida, es la Carne de Cristo. El dijo (v. 51:) "y el pan que yo les voy a dar es mi carne para la vida del mundo". "En verdad en verdad os digo: si no coméis la carne del hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (v. 53). "Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre verdadera bebida", v. 55 "Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mi".
Martín Lutero sabía muy bien lo que era para la Iglesia Católica acabar con la Misa. El decía: destruid la Misa y destruiréis a la Iglesia Católica. El ciertamente odiaba a la Iglesia. Satanás le había revelado esto. Y es tan cierto que el tenía revelaciones satánicas, que en su libro PROPOSITOS DE SOBRE MESA, describe la voz del Demonio. En este libro llega a decir: "pues la voz del Demonio tiene un sonido tan Terrible...
La herencia nefanda que nos dejó ese pobre desgraciado que fue Martín Lutero, que se robara de un convento a Catalina Bora y que tan eficientemente fuera soplada su soberbia por judíos como Jacobo Loans, Abadiah Sformo y Elias Levita, y TUTTI QUANTI poderosos señores "cristianos" que posaron tan piadosamente sus ojitos en los bienes y el poder de la Iglesia, es la espantosa primera de las tres grandes revoluciones que tanta sangre y tanta desgracia costó a la Europa cristiana. El desgarramiento de la Iglesia por la pérdida de naciones y de Millones de gentes que fueron arrancadas a la Iglesia de Cristo. Pero sobre todas las cosas, la influencia que ha llegado hasta el día de hoy cuando sus espantosas doctrinas se han introducido en la misma Católica Iglesia, para que en fatal contubernio, sea destruida la Misa. Porque es absolutamente innegable, que la infiltración de las doctrinas protestantes, entre otras, contribuyeron para desterrar el Sacrificio de los altares católicos privando a la Iglesia de esa fuente poderosa que la hace superior a todas las potencias del Infierno, a pesar de todos los ataques, del poder de los heresiarcas, de las poderosas persecuciones y de todo lo adverso de todo lo cual sale siempre victoriosa .
La Iglesia privada de la Misa y de los Sacramentos entre los que se cuenta el Orden sacerdotal, que nulifica su pretensión de ser "apostólica", porque en ese momento ya no se ordenan verdaderos sacerdoteses y verdaderos sucesores de los santísimos Apóstoles por la no interrumpida imposición de las manos del consagrante al consagrado, es como un avión lleno de pasajeros que en pleno vuelo mueren todos los que están en la cabina de mando. La inercia hace posible que por un determinado tiempo conserve su altura, velocidad y dirección, pero no tarda el momento en que comienza a descender para luego estrellarse.
Hay un misterio profundo entre la conservación de la Doctrina eterna, con la presencia del Sacrificio de la Misa, con la vigencia del pacto eterno con Dios, con el reinado del Anticristo y con el pecado generalizado de los hombres. Los pecados personales de los hombres son como la base y sosten de aquella imponente montaña excremental que va contaminando poco a poco las altas esferas del glorioso edificio místico de Dios. Es como un virus contagiosísimo que comunica a las áreas periféricas y a la inmediatamente superior su pestilencia, y así sucesivamente. Es la terrible responsabilidad de los pecadores tozudos y empedernidos que manteniendo sus vidas de desorden o pecado, son absolutamente responsables del reinado de las huestes anticrísticas en las alturas. Porque ellos son la base. Son aquellos que serán apelmazados en el Infierno, al cual se precipitarán no en un automóvil de lujo, sino tan estúpidamente en una carreta. Son los que en contacto con la tierra, porque son la base del monumento anticrístico, antes que impermeabilizarse con la asistencia sobrenatural que Dios les proporciona, chuparon con gran fruición los miasmas fétidos y sicodélicos del mundo y así lo infiltraron por todas las venas del árbol divino que llegó poco a poco a las hojas y a los frutos. Son los individuos y sus familias, base de la Ciudad Católica, putrefactos, desintegrados, prostituidos. ¡Qué altura tan tremenda hay que recorrer entre esos estratos inferiores hasta los más altos en los que reina el Anticristo y se cancela la alianza eterna con Dios y se destierra el Sacrificio!. Indudablemente. Pero el Papa San Gregorio Magno no duda en enseñar que el Anticristo gobernará por los pecados del pueblo. Hace de todo eso, una sola cosa, un solo cuerpo satánico en íntima relación y conexión. Hace con toda la estructura anticrística, una sola masa, sin importar el lugar que cada quien ocupa, una sola bola en camino alocado al despeñadero, al abismo, a la patria del odio, el Infierno. A ese lugar de maldición en el que son separados, incomunicados por toda la eternidad de la Patria del Cielo y de todos los fieles que a ella pertenecen.
Pero hay un misterio de iniquidad en todo esto: el pueblo no solamente no conocerá al Anticristo, sino que lo llegará a aclamar como santo. Es que Dios va a cegar a la humanidad apóstata y prostituida como un terrible castigo a su pecado. ¿Esto es así?, ¿o será que el mismo pueblo apóstata y prostituido encontrará en este enemigo de Cristo la santificación y aprobación de lo que creen y practican, por lo que se dice que irá a los suyos y los suyos le han de recibir?, ¿pero no es esto de todas maneras un castigo de Dios?. Claramente dice San Gregorio en LOS MORALES, Lib. XI, Cap. XXVI, 37, que "El Anticristo raclará a una generación perversa y enferma, por lo cual será seguido". ¿Quiénes, entonces, verán que la abominable desolación ha sido introducida en el lugar santo como lo predice Cristo en el Evangelio?, ciertamente muy pocos. Sólo el resto fiel. El pueblo en masa será arrojado a la doctrina perversa. Habrá creído el "dogma" del "progreso" porque les enseñarán que todo debe de progresar. Que lo que se creía y se practicaba antes, ya no puede ser aceptado ni conviene al hombre moderno, como si fuera posible que las almas y sus necesidades también cambiaran y evolucionaran. ¿Y cuántos van a llorar dentro de su corazón lágrimas de sangre al ver que las cosas se van sucediendo, como si la descomposición de la Iglesia del Vaticano, la antigua casa, no tuviera fin ni fondo, y fuera infectando poco a poco a muchas almas buenas que han quedado atrapadas en las redes del Anticristo?, muy pocos. ¿Y cuántos van a estar enterados que un culto ocultísimo tiene lugar entre los muros del mismo Vaticano al príncipe de las tinieblas?, ¡todavía muchísimos menos!. La entronización de Satanás en el Vaticano, oficialmente, cuya denuncia ya le ha costado la vida a un obispo conocido por mí, por lo menos, es un asunto grueso que más adelante debo comentar. Satanás, en tiempo corto en el que se le ha dado poder al final de los tiempos, igualmente que se le dio por un tiempo corto durante la Pasión de Cristo, ha terminado con la Misa valida de sus corifeos, ha invalidado los Sacramentos, ensuciado la Doctrina, prostituido las casas religiosas. los gobiernos de las naciones, las familias, la juventud junto con sus padres que son sus alcahuetes, etc., pero va más allá. Ahora logra su entronización en la Roma eterna, en el corazón del mismo Vaticano, que es la Sede por dos mil años del Vicario de Cristo, su odiado enemigo en el momento en el que la eterna alianza del Cenáculo es rechazaba por todos los hombres.
Sería pueril pensar que la presencia de Cristo en el día final de la historia humana, fuera solamente por una sola persona que llamamos Anticristo. Cuando decimos que Cristo con el resplandor de su segunda venida y con el aliento de Su boca va a destruir al Anticristo y arrojarlo al Infierno, no hablamos de uno solo. Viene contra el cuerpo del Anticristo del cual, él es solamente la cabeza. Viene contra todas eses estructuras de pecado y de prostitución que bien tejidas en la oscuridad, son ya insolubles. Viene contra todas esas redes ocultas tejidas en la Iglesia, en las naciones, en la sociedad dentro de sus venas, de sus carnes y de sus centros vitales. Contra los hambreadores y esclavizadores del hombre, contra quienes están destruyendo la Tierra, contra aquellos que se quieren convertir en los amos del mundo; contra los que aunque de dientes para afuera se confiesan cristianos, están destruyendo y prostituyendo a la Iglesia y a la sociedad. Contra los que se dicen cristianos pero que viven como paganos y viven habitualmente una vida de pecado, de indiferencia, de egoísmo y de ambiciones mundanas y que lejos de contribuir para edificar el Reino de Dios lo han demolido. Contra las sectas que impidieron que Su Doctrina purísima llegara a todas las gentes; contra los perseguidores de la Iglesia. Vendrá contra los hombres corruptos que abandonaron a la Iglesia, que la ridiculizaron, que la calumniaron, que se burlaron de sus instituciones e hicieron mofa de ellas. Vendrá contra una humanidad incorregible, peor que la que encontró en Su primera venida cuando se encarnó en el portal de Belén. Por eso, algunos teólogos enseñan que Cristo viene no dos veces sino tres: por los hombres el día de Su Encarnación; para los hombres en el santísimo Sacramento eucarístico en el que se da para alimente de las almas; y contra los hombres, el día que en medio de Su gloria venga en el día final, para el Juicio Final.
Pero protegerá a los Suyos, de quienes se ha de compadecer, y así lo aseguró estando en la Tierra entre los hombres, para que la contaminación imperante y progresiva, no los haga un día esclavos de Satanás. Pues El mismo dijo que si los tiempos del fin se prolongaran, nadie se salvaría. Por eso aseguró que esos tiempos serían acortados, por amor a los elegidos. Esta es una misteriosa y oscura profecía pues de ninguna manera se puede entender cómo será posible esto.
El Profeta Amos dice: "Enviaré hambre a la Tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oir la palabra del Señor" (Cap. VIII, v. 11). Entonces, la Doctrina callará, porque no habrá quien la predique. Aquí está implícitamente anunciada la herejía final que las reúne a todas y está también contenida la usurpación del Trono de San Pedro, porque si el papa estuviera reinando, la Doctrina no faltaría. Así, los fieles, los hombres que formen aquel resto fiel que Cristo llama "rebañito" no tendrán el alimento para sus almas que les asegura permanecer fieles a la Doctrina de Cristo y estarían en grave peligro de extraviarse del verdadero camino.

LA ENTRONIZACION DE SATANAS EN EL VATICANO.
Cuando leí hace años la nota de la Biblia comentada de Torres Amat al versículo 8 del capítulo XIII del Apocalipsis, pensé que aquello que decía sería solamente algo simbólico y no un acontecimiento real. El texto de la nota dice así: "En la gran tribulación desencadenada por el Anticristo, no perecerán, pues, todos; habrá quien permanezca fiel para la venida de Cristo. Como observa un autor, esta gloria y poder del Anticristo sobre todo el mundo, le serán dados por el Dragón (Satanás), que fue precipitado a la Tierra como se lee en el Cap. XII, 9. Para obtenerlos, el Anticristo, habrá hecho sin duda ESE ACTO DE ADORAC ION DEL DIABLO que Jesús negó a éste en Luc. IV, 4-8 y a cambio del cual Satanás le prometía ese MISMO PODER Y GLORIA que el tiene como príncipe de este mundo. (Juan, XIV, 30)".
¿Habrá sido posible que este acontecimiento ya haya tenido lugar, y que ocultamente el Anticristo haya adorado a Satanás para obtener el horrible poder que en las sagradas Escrituras y en las doctrinas de la Tradición se le atribuyen?. Es evidente que ese pacto y adoración -a tenido lugar ya, el día 29 de junio del año 1963, y lo más asombroso ES QUE SE SABE PERFECTAMENTE, porque se ha denunciado y publicado por distintos medios, pero el pueblo católico ya está tan embrutecido que, o lo niegan, o cuando más, lo atribuyen a un grupo infiltrado en el Vaticano ajeno a esos hombres infames, que están usurpando el Trono de San Pedro desde que murió el Papa Pío XII, de feliz memoria. Si fuera posible que, en el Vaticano existe una secta satánica a la que pertenecen altos dignatarios que celebran misas negras y ritos sacrilegos y blasfemos sin que esos supuestos "papas" estén enterados de lo que sucede en su propia casa y a los pies de su trono, tendríamos, entonces, que luego de la muerte de Pío XII, han ocupado el máximo puesto de la Iglesia puros imbeciles que no sirven para nada. ¿Es esto posible?, absolutamente NO. El entronamiento o entronización del Arcángel caído en el corazón mismo de la Iglesia de Cristo, obviamente aconteció POR LO MENOS con el aval de estos usurpadores después de la muerte de Pío XII en 1958. No podemos pensar que sea cierta esa aburrida cantinela que hacen sonar como en timbre fastidioso los defensores de Juan Pablo y de sus predecesores como si fueran ancianitos inútiles a quienes ya nadie hace caso, pues como bien sabemos la ancianidad y la imposibilidad para ciertas funciones sólo se da en el ocaso de la vida humana. No antes. Y todos ellos, la mayor parte del tiempo, fueron hombres en el pleno uso de sus facultades, de su poder y de su autoridad. Esas, entonces, son paparrutas engaña bobos. Veamos, entonces.
Desde hace algunos años, los primeros indicios nos llegaron cuando la prensa mundial informaba que en Italia se habían extendido ya algunos cientos de sectas satánicas, que, decían las notas periodísticas, habían llegado a alarmar a las autoridades policiacas de varias ciudades. Se me hacía imposible que muchas de esas sectas, no tuvieran en Roma, si no su "casa" matriz, por lo menos una "sucursal". Los periódicos mundiales destacaron que este fenómeno se estaba dando en el mismo corazón del catolicismo.
El 14 de agosto de 1999, la agencia NOTIMEX distribuyó una nota en la que se decía, que al mismo tiempo que la Iglesia Católica prepara el Jubileo del Año 2000, los satanistas de toda Italia y de todas partes del mundo, en secreto están organizando el "antijubileo" "que hará confluir en Roma a los adoradores de Satanás". Menciona a tres de estas sectas: la Iglesia Negra Luciferiana, la Iglesia de Efrén y la secta del Orgasmo Negro. Dice la nota, que los satanistas ya han efectuado actos preparatorios del antijubileo, profanando cementerios y devastando iglesias por diversos lugares.
Pero la introducción de ejércitos satánicos no era todo. Esa era la parte visible del iceberg, porque las garras del Diablo habían penetrado en el sancta sanctorum de la Iglesia. Es natural. La Iglesia habiendo eliminado el Sacrificio y habiendo rechazado la alianza eterna con Dios, quedaba expuesta al poder del Infierno.
La terrible noticia de que se había hecho una entronización de Satanás con la celebración de una misa negra y un sacrificio humano en honor al príncipe de las tinieblas, nos fue llegando en un lapso corto. En el mes de febrero del año 1999, se publicó el libro EL VATICANO CONTRA DIOS, título ya de por sí muy grueso, escrito por diversos eclesiásticos de alto rango pero sin dar sus nombres ya que todos ellos firmaron como "Los Milenarios". Sin embargo, se sabe que Mons. Marinelli uno de los autores y parece que único en dar su nombre a conocer, fue llamado a juicio por la SACRA ROTA, al mismo tiempo que las autoridades vaticanas trataban de secuestrar la obra en las librerías, lo cual parece que no dio buenos resultados porque el libro pudo ser distribuido en fiversas naciones y traducido a varios idiomas.
El autor del capítulo 17 intitulado BOLCHEVISMO Y SATANISMO, Pág. 259 y 260), dice que un día, un individuo se acercó a confesarse y le dijo que estaba con un gran problema de conciencia, desconcertado, asombrado, alterado, turbado -son términos que utiliza el autor-. Le dijo que hacía unos diez años formaba parte de una secta satánica a la que había llevado a varias personas. Pero que su mayor desconcierto y turbación se debía a que había sido invitado a una misa satánica ("misa negra" dice el autor), dentro del mismo Vaticano, pero que los eclesiásticos asistentes, no podían ser identificados no solamente porque hacían la voz más grave, sino porque estaban encapuchados y cubiertos hasta los pies. El "penitente" se retiró sin que pudiera ver quién era, y no lo volvió a ver más. Yo pienso que el autor de este capítulo del mencionado libro, sabe más, pero que, aunque quiso difundir el asunto, sacó las manos diciendo que se lo habían comentado "en confesión". El asunto era tan espuluznante que se quiso proteger de cualquier averiguación posterior que llegara a identificarlo y enfrentarlo con la secta satánica que pulula en las altas esferas vaticanas. Evidentemente Mons. Marinelli fue muy valiente al dar su nombre para la publicación del libro. ¿Se sorteó entre ellos quién daría su nombre para la publicación, o, el mismo se ofreció?. Porque a lo que se enfrentaban, no era cosa pequeña, sino sumamente peligrosa. Y si no, que lo diga el Obispo Malachi Mártir que fue asesinado mientras caminaba por una calle de Nueva York, ciudad en la que vivía.
Mons. Malachi Martin, de origen irlandés, riguroso investigador, autor de varios libros vendidos en varios países, hombre cultísimo, hablaba diez idiomas (el español no), durante el Concilio Vaticano II fue secretario del Cardenal Bea. Pero con el correr de los acontecimientos y previendo a dónde estaba llevando todo esto, comenzó a meter reversa hasta parar en el campo llamado "tradicionalista". El nos dijo que había convencido a varias decenas de sacerdotes a regresar a la Misa Católica llamada de San Pío V. Pues estando un día con él varios eclesiásticos en un restaurante italiano en Connecticut nos dijo, lo cual algunos ignoraban, que efectivamente, en el Vaticano se estaban celebrando misas negras. Se puede imaginar el asombro de los que estaban a la mesa. El publicó varios libros, entre los que recuerdo uno muy especialmente que intituló YO EXPULSE A SATANAS, que al dedicármelo me dijo que lo había escrito ya que ya no se cree en la existencia de Satanás.
Su libro THE WINDSWEPT HOUSE (La Casa que Barrió el Viento) denuncia y describe que en la misma Basílica de San Pedro en Roma, en la capilla dedicada a San Pablo, el 29 de junio de 1963, apenas a cinco años de haber muerto el Papa Pío XII, y también en el quinto año de haber sido coronado Juan XXIII, Satanás, mediante una misa negra y un sacrificio humano, fue entronizado oficialmente en el corazón de la misma Iglesia de Cristo.
Igualmente, en Internet, el 27 de diciembre de 1999, NEWS FATIMA transmitió una nota con el título: TWO EMINENT CHURCHMEN DECLARE: 'SATANISM IS PRACTICED IN VATICAN!" (Dos eminentes eclesiásticos declaran: El satanismo es practicado en el Vaticano). En esta nota dice que los eclesiásticos que ingresan a esta secta, con su propia sangre firman y juran destruir a la Iglesia y participan en parodias de la Misa, durante meticulosos, blasfemos y satánicos rituales.
Yo temí que con el asesinato de Malachi Martin, el Vaticano había logrado detener este asunto, pero tuve la sorpresa de recibir el libro CRONICA DE UNA REVOLUCION ANUNCIADA del erudito escritor argentino Alberto Boixados. En este libro, retoma el tema del Satanismo en el Vaticano mencionando el libro de Malachi Martin THE WINDSWEPT HOUSE al que le dedica un capítulo completo. Si Boixados atiende esto, evidentemente la cosa es muy seria. Es conveniente anotar aquí antes de referirme al libro de Boixados, que aunque Malachi Martin presenta su libro en forma novelada, en 1998 declaró a la revista NEW YORK TIMES, poco antes de ser asesinado, que lo que había escrito en su libro era rigurosamente cierto, porque tenía testigos directos de esa monstruosidad.
Igualmente apunta la nota de Internet de FATIMA NEWS que el editor del libro del Dr. Martin, dice que aunque se haya escrito en forma de novela, todo lo que allá se dice es cierto. Y claro, se debe incluir la entronización de Satanás en el Vaticano y la existencia de una secta enquistada en el corazón de lo que otrora fue la Iglesia de Cristo.
El libro mencionado de Alberto Boixadós, repite la fecha: Satanás fue entronizado el 29 de junio de 1963 dentro de la Ciudadela Católica Romana, pues los del Tribunal Supremo, (así llama a los jefes de la secta satánica), decidieron que no podía haber una fecha mejor el día en el que se celebraba a los dos príncipes de la Ciudadela, es decir, San Pedro y San Pablo. Los preparativos que se describen para la ceremonia, son impresionantes, dice Boixados.
Al mismo tiempo que la ceremonia de entronización, debía celebrarse otra ceremonia en una iglesia de South Carolina, en los Estados Unidos que sería dirigida por un obispo al que Malachi Martin llama Leo por su gran melena. Unos y otros, sabían muy bien cómo debería estructurarse la última estrategia para armonizar la acción que los unía: el final de la Iglesia Católica Romana COMO INSTITUCION PAPAL, tal como había sido desde su fundación por el "Enfermizo Desconocido". Así le llama a Cristo. Puesto que el objetivo "no era exactamente destruir la Organización Católica, convenía mucho más hacer de esa organización algo verdaderamente útil, homogeneizarla y asimilarla a un extenso orden mundial de asuntos humanos. Confinarla a amplias metas humanistas y sólo humanistas". Los miembros de esa secta ya muy poderosa, están de acuerdo en la Regla que dice: "La garantía de nuestro mañana es la persuaciór que nosotros no existimos".
Nadie puede dejar de conectar estas pretenciones, si está medianamente informado, con las doctrinas que desde el Vaticano se difunden, a favor de los hombres, de la vida, de la paz, del ecumenismo, de la unidad de todas las religiones como simples cuerpos aliados. Esto es lo que se declara todos los días en la "consagración" del cáliz al decirse que se quiere una "nueva alianza" con "todos los hombres". Yo no pensaría que en la fórmula de consagración del cáliz hay solamente infiltraciones heréticas protestantes. Yo diría algo más. Yo llegaría más lejos. En esa fórmula infame, no solamente está OCULTO el rompimiento de la eterna alianza con Dios proclamada por Cristo en la Ultima Cena, sino también la doctrina de los satanistas (y del mismo Satanás) para implantar en el mundo la satánica Iglesia sincrética, es decir que reúna a todas las religiones en una sola. ¿No se hacen responsables, por lo menos materialmente todos los fieles que asisten a esas misas modernas?.
Cuando el mal se extiende por todas partes, con la culpa y colaboración de muchos, pero sin culpa de los demás, a veces por una ignorancia invencible, aunque San Gregorio Magno dice que todos los hombres son culpables por sus pecados, entonces, Dios arrasa. ¡Y a esto se está enfrentando la humanidad desde que se impuso la nueva misa de Paulo VI el 30 de noviembre de 1969!. Y los católicos que saben esto e ignoran las admoniciones se arriesgan, ellos, personalmente a enfrentar la cólera divina. Porque con el Dios altísimo no se puede estar JUGANDO.
A continuación transcribo partes de las oraciones y exclamaciones que se pronunciaron para alabanza de Satanás: "...el pulso del corazón de cada participante debe estar perfectamente armonizado para proporcionar Odio, no amor...", "...si cada uno hace lo necesario, exactamente de acuerdo a la Regla, el Príncipe habrá por fin consumado su más antigua venganza sobre el "Enfermizo Desconocido", el "Impiadoso Enemigo" quien había alardeado a través de las edades de ser el "Uno más elevado y misericordioso" para quien la más oscura de las oscuridades, era la luz suficiente para ver todo". "En tiempo y por fin, el Chivo Emisario expulsaría al Cordero y entraría en posesión de la Ciudadela " .
"Creo en un poder y su nombre es Cosmos", después de lo cual los participantes de las dos ceremonias coordinadas, leyeron al revés los responsos de los Misales Latinos. "Creo en el Unico, Engendrado Hijo de la Aurora cósmica, y su nombre es Lucifer". Acto seguido se encienden las candelas del pentagrama y se derrama incienso. "Yo creo en el Uno Misterioso, y el es la Serpiente con veneno en la Manzana de la vida". "Creo en el Anciano Leviatán y su nombre es Odio". "Creo que el Príncipe de este mundo será entronizado esta noche en la vieja Ciudadela, y desde ésta, El creará una nueva comunidad" y contestaron todos: "Y su nombre será la Iglesia Universal del hombre". En ese momento la pequeña niña en el altar fue levantada en alto.
"Esta, la sangre de nuestra víctima, ha sido derramada. Así nuestro servicio al Principe puede estar completo. Así, para que el pueda reinar supremo en la casa de Jacob...en la nueva Tierra del Electo...Te solicitamos Lord Lucifer, príncipe de las tinieblas, aceptes nuestro ofertorio... Hacia la perpetración de muchos pecados. Ven y toma posesión de la Casa del Enemigo. Entra al lugar que ha sido preparado para ti. Desciende entre tus fieles servidores, quienes han erigido vuestro altar y lo han bendecido con infamia". "En el nombre de toda la Hermandad, ahora os adoro, Príncipe de las Tinieblas. Con esta estola de toda profanidad ahora pongo en Tus manos la triple Corona de Pedro de acuerdo a la diamantina voluntad de Lucifer para que haya una Iglesia del hombre y la mujer, de animal y planta. Para que nuestro Cosmos sea así nuevamente Uno, sin ataduras y libre". Todos los asistentes se sentaron .
Luego, en la capilla vaticana, el Delegado Internacional leyó la Autorización con pesado acento, dice Malachi Martin, en los términos siguientes que hay que reflexionar muy profundamente: "Por mandato de la Asamblea y los Sacrosantos Mayores, Yo instituyo, autorizo y reconozco a esta Capilla, para que sea conocida de aquí en más, como Capilla Interna, tomada, poseída y apropiada totalmente por El, a Quien entronizamos como Señor y Amo de nuestro humano destino. QUIEN QUIERA QUE, POR MEDIO DE ESTA CAPILLA INTERNA FUERE DESIGNADO Y ELEGIDO COMO EL FINAL DE LA LINEA SUCESORA EN EL MINISTERIO DE PEDRO, se perpetuará por su juramento de ministerio, y todo lo que mandare será el voluntario instrumento y colaborador de los Constructores de la Casa del hombre sobre la Tierra y desde el principio hasta el fin del Cosmos del Hombre. El transformará la antigua enemistad en amistad, asimilación y tolerancia como estas son aplicadas a los modelos de nacimiento, educación, trabajo, finanza, comercio, industria, aprendizaje, cultura, vida y donación de la vida, muerte. Así será modelada la "Nueva Era" del hombre". Y todos contestaron: "Así sea".
Luego llegó a mis manos un opúsculo de Luis Eduardo López Padilla, quien ha publicado varios libros en los que hace interpretaciones del Apocalipsis y transcribe como una verdadera diarrea bibliográfica todas las apariciones de la santísima Virgen María, sin discernir cuáles son las verdaderas y cuáles las falsas, así como toda clase de profecías privadas con la misma falta de discernimiento que en conjunto desorientan más que orientan al pueblo.
Este escritor, cuyo esfuerzo es digno de mejor causa, no se ha dado cuenta, que la santísima Virgen en sus apariciones verdaderas, JAMAS recomendó que se asistiera a Misa. Y la explicación es muy sencilla. La Virgen María sabe que el Anticristo, mediante el engaño va a falsear e invalidar el santo Sacrificio de la Misa, y no podía permitir que se tomaran sus palabras, aun en el futuro para llevar al pueblo engañado a un rito que ofende a Dios. Por eso se había limitado recomendar el santo Rosario, que sería lo único que le quedaría a los católicos el día que no tuvieran el Sacrificio.
Pues bien, este escritor ha publicado el opúsculo JUAN PABLO II CAMINO AL GOLGOTA en el que defiende a capa y espada y califica a este usurpador del Trono de San Pedro, como un mártir sin tener en cuenta todas las barbaridades que ha hecho y dicho, ¡qué ciega está la gente para reconocer que esa herejía que las reúne a todas ha invadido a la Iglesia, denunciada desde el principio del siglo XX por el Papa San Pío X!. López Padilla menciona el libro de Malachi Martin, pero como un sufrimiento más de este "papa" (¡). Dice que es sorprendente la relación que hizo uno de los principales estudiosos y conocedores de la política vaticana, el recientemente fallecido (yo diría más bien asesinado) Padre Malachi Martin. Yo le diría a Boixados que Malachi nunca se retiró del ministerio, lo cual parece que no sabía, y a López Padilla que era algo más que "Padre" además de buen exorcista.
"Autor de diversas obras de alto contenido profético y de gran rigor en su investigación". Muy cierto. Menciona el libro WINDSWEPT HOUSE y añade: "...lo que supuestamente ocurrió en la Basílica de San Pedro en la capilla dedicada a San Pablo, el 29 de junio de 1963... el entronamiento del Arcángel caído Lucifer mediante una misa satánica y que explicaría la terrible decadencia de la Iglesia en los últimos 41 años". Luego añade L. Padilla que aunque el libro fue escrito en forma novelada, M. Martin declaró al NEW YORK TIMES en 1998 poco antes de su muerte, que todo lo relatado era rigurosamente cierto, porque tenía el conocimiento de testigos directos. Luego añade que aun esto, no debe de sorprendernos. ¿Entonces qué nos va a sorprender?! Si esto no nos sorprende, ya nada puede sorprendernos.
A nivel de los grandes iniciados del Vaticano, se adora al Demonio, pero para el pueblo ignorante, sólo se le predica un nuevo pacto con todos los hombres en esas nuevas misas que se celebran todos los días, pues así, cauta y dosificadamente se está ya marchando al final de la Iglesia Católica "como institución papal" tal como había sido desde su fundación. En los niveles medios en los que se mueven los sacerdotes y los líderes católicos de avanzada, se promueven sociedades que están marchando al mismo lugar. Por ejemplo en la "Asociación para los derechos de los católicos en la Iglesia" que es una corriente ya muy poderosa a nivel mundial furiosamente reformista encuentras miles de adeptos a los siguientes postulados:
1.- Quitar la soberanía absoluta, jurídica, doctrinal y política al papa que será constitucional.
2.- El papa solamente gobernará diez años.
3.- El papa debe ser elegido por delegados que serán a su vez elegidos por consejos nacionales.
4. — El papa no tendrá la última autoridad sobre nada.
5.- Las llaves del Pescador deben de ser dadas a 500 hombres y mujeres de un consejo general global elegido por los consejos nacionales, elegido a su vez por los consejos diocesanos, y así sucesivamente.
6.- El papa debe repartir su autoridad y su gobierno con los colegios episcopales y los sínodos generales y continentales.
7.- Los católicos tendrán el derecho de oponerse en público a las decisiones de las jerarquías eclesiásticas.
8.-Se otorgarán derechos y responsabilidades a todos los católicos sin importar raza, edad, nacionalidad, sexo, tendencia sexual y posición social o económica.
9.- Los católicos divorciados tendrán el derecho e volver a casarse.
10.- Los obispos locales, deben tener un papel decisivo, igualmente que el pueblo, en la elección de nuevos obispos, etc. Otra organización internacional que esta promoviendo esta clase e reformas es "Nosotros somos Iglesia".

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