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jueves, 9 de diciembre de 2010

EL FIN DEL MUNDO

I
Isaías, nos da una visión del fin del mundo sin el barroquismo simbólico que presenta San Juan en el Apocalipsis.
Sus visiones completan con claridad, las visiones proféticas del Evangelio. Cristo inmediatamente después de hablar de la destrucción de Jerusalén, pasa a hablar de la destrucción del mundo.
Isaías, después de profetizar las ruinas de Babilonia, de Tiro y de Egipto, salta líricamente por los siglos, y nos refiere el espanto de los últimos días, en su capítulo XXIV:
"He aquí que el Señor desolará y despojará la tierra y pondrá afligido el aspecto de ella, y esparcirá sus moradores.
Y como el pueblo, así será tratado el sacerdote; y como el esclavo, así su señor; como la sierva, así su señora; así el que vende, como el que da prestado, así el que recibe; como el acreedor, así el deudor.
Enteramente arruinada quedará la tierra, y totalmente desvastada. Por cuanto el Señor así lo ha pronunciado.
La tierra, se deshace en lágrimas y se consume y desfallece; consúmese el mundo, consúmense los magnates del pueblo de la tierra.
Inficionada está la tierra por sus habitadores, pues han quebrantado las leyes, han alterado el derecho, rompieron la alianza sempiterna.
Por eso, la maldición devorará la tierra; porque sus habitantes son pecadores y por esto perderán el juicio, los que en ella moran, del que sólo se libertará un corto número.
La vendimia está llorando, la vid perdió su vigor; llorando están a lágrima viva, los que se alegraban de corazón.
Cesó el festivo sonido de los panderos, se acabó la algazara de las bulliciosas cuadrillas de gente, enmudeció la melodiosa cítara.
No beberán ya vino en medio de cantares; amargo será todo licor para los bebedores.
La ciudad de la vanidad se va destruyendo, todas las casas están cerradas sin que nadie entre en ellas.
Habrá gritos en las calles por la escasez del mundo; todo contento queda desterrado, desapareció la alegría de la tierra.
La ciudad está hecha un páramo y quedarán destruidas sus puertas.
Tales cosas sucederán en medio de la tierra, en el centro de los pueblos; como cuando vareado el olivo, QUEDAN UNAS POCAS ACEITUNAS EN EL ÁRBOL, y algunos rebuscos, después de acabada la vendimia.
Estos restos de Israel, levantarán su voz y entonarán alabanzas; mostrarán su júbilo desde el mar, luego que fuera el Señor glorificado.
El espanto, la fosa y el lazo, están reservados para ti, que eres habitador de la tierra.
Y sucederá que el que huyere de la espantosa voz, caerá en la hoya, y el que se aparte de la hoya, será preso en el lazo, porque se abrirán desde lo alto las cataratas y se bambolearán los cimientos de la tierra.
Será despedazada con gran estruendo, la tierra; se hendirá con aberturas grandes; conmovida será con el mayor desconcierto.
Estará la tierra en una situación semejante a la de un borracho; y mudada de sitio, como tienda que solo se arma para pasar una noche; se verá agobiada con el peso de su propia iniquidad, y caerá y nunca más se levantará.
Y sucederá que en aquel día, residenciará el Señor publicamente a la milicia del cielo allá en lo alto, y a los reyes del mundo, que están acá en la tierra.
Y serán reunidos todos y hacinados en un solo haz, y echados en el lago, y allí serán encerrados en una cárcel; y aún después de muchos días continuarán en padecer y eternamente serán castigados.
Y se pondrá roja la luna, y el sol se oscurecerá, cuando el Señor Dios de los Ejércitos, haya tomado posesión del reino, en el Monte de Sión y en Jerusalén, y haya sido glorificado en presencia de sus ancianos".

Con esta imagen, síntesis de todas las calamidades, se encuadran los grandes vaticinios sobre el fin del mundo.
La época que se cierra con el período de Fátima hacia el 1960, resume las imágenes maravillosas de los estadios finales.
La purgación del mundo, que empezará el año 1960, en su sentido más potente, será la imagen del fin del mundo, como el cliché resume al positivo, como la flor anuncia sus frutos.
En la purgación de 1960, los fenómenos astronómicos, se sucederán en el modo de castigo del CIELO, como dicen los videntes. El fuego, del 1960, será muy bien entendido hacia el año 2,000 por los justos que queden, así como por los pecadores, cuando el mundo en definitiva sea destruido por el fuego.
En la purgación del 1960, los tres días de tinieblas que se anuncian, para ese período, anunciarán después, el fin del mundo CON EL OSCURECIMIENTO DEL SOL Y DE LAS ESTRELLAS.
La barrida de las playas en el período de 1960, hará entender el movimiento de las olas, sobre los lindes y las ciudades, definitivo y aplastante.
* Acaso esto no se verificó con el seudo Concilio VaticanoII; el sol, del pontificado se oscurece con la llegada de un antipapa, y las estrellas que eran los obispos oscurecieron con la firma de los documentos conciliares.
La selección, en el período del 1960, de sólo UNA CUARTA PARTE DE LA HUMANIDAD SUPERVIVIENTE, hará recordar el bareado del Olivo, cuando quedan unas pocas aceitunas, o los rebuscos, después de acabada la vendimia, que nos augura Isaías. Así, los pocos justos que quedaren después de la catástrofe del período de Fátima, nos recordarán los pocos justos que queden a la hora de la gran venida de Cristo en gloria y majestad, para juzgar al mundo.
La alteración del derecho y el culto al vicio, que hoy contemplamos, son la imagen en negativo, de la perversión y de la iniquidad que los hombres al fin tendrán, alejados de Dios.
El sistema de Rusia en comparación con el sistema social y religioso, que traiga el Anticristo, son uno la explicación del otro, el puente de paso y la imagen total de las ideas heréticas y de los crueles martirios que tendrá la humanidad. Rusia, es igual al Anticristo, como el mal es igual al demonio.
El sistema final del Anticristo, será un sistema proletario y religioso. La religión se llamará idolatría, pero es lo mismo. Las persecuciones del Anticristo, como sistema filosófico y como imposición personal, están anunciadas en las checas y en las purgas comunistas. Sólo que las del Anticristo, tendrán más profundamente un sello religioso.
El Anticristo, es un hombre que marcará una idea religiosa. Si desligáramos la idea del Hombre de Perdición, podríamos decir, que como idea, el comunismo es un profeta del Mesianismo del Anticristo.
El comunismo, que ha conmocionado al mundo por ese sentido social de la justicia, tocó a las pertenencias del hombre por cuanto el hombre necesitaba una equidad con sus semejantes, una medida de igualdad con los de arriba y con los de abajo, con las cosas y con las personas.
El Mesianismo del Anticristo, tendrá por base también, la equidad, y la igualdad. En el comunismo, la idea era disfrutar de los derechos a la riqueza y al bienestar de todos y de todo. El hombre buscó al menos en la utopía de la revolución, un bienestar económico y material.
Yo barrunto en el Mesianismo del Anticristo, que los hombres han de volverse locos y pérfidos, más cruelmente, por los valores morales y elevados. La conmoción de los pueblos al paso del Anticristo, ha de ser una conmoción de ideas, más que de hechos, una conmoción del espíritu más que del cuerpo. Porque las fuerzas del espíritu, cuando se disocian o cuando se unen, en un haz de perversión, son más drásticas y monumentales que los simples hechos. Cuando se degenera el cuerpo, hay alegría y hedor. Cuando el espíritu explota en los ciclones apasionados de las ideas, entonces las catástrofes son ecuménicas y la grandeza toma un sentido satánico, democrático y multitudinario.

II
Los cálculos y las aproximaciones DEL FIN DEL MUNDO, traen como los cometas, las grandes colas admirativas, de la exégesis, de la tradición, y de la profecía. Y este revuelo cósmico y tradicional, ha traído siempre en el mundo, la admiración y el terror, lleno de desprecios y de compromisos.
Las grandes ideas, los comentarios y las profecías vienen montados en bloque en estos términos parecidos.
Los judíos, con la tradición llena de escuelas, rabínicas, después de la vendimia de Cristo en el Calvario, rebuscaron en sus palabras y en sus oráculos, para esperar ansiosos la llegada final del Rey del Mundo.
Recogido todo en el Talmud y en la tradición científica y popular, quedó flotando en el ambiente de la sinagoga y del pueblo, esta gravitación ideológica:
EL MUNDO DURARA SEIS MIL AÑOS A PARTIR DEL NACIMIENTO DE ADÁN.
El Sagrado libro de Zohar, recoge la tradición judía, llena de promesas, cabalas y plegarias viejas de santones rabínicos. La cronología del mundo según la tradición judaica, DEBE CONCLUIR EL AÑO SEIS MIL, o sea el dos mil doscientos cuarenta y dos.
Aunque el cambio de años a nuestra era, tiene alguna fuga de años por el cómputo inicial de la época de Cristo, los judíos aseguran que su Mesías, el Anticristo, deberá llegar el cinco mil seiscientos setenta y uno de la era judía.
Otra tradición judía, hace llegar el Anticristo el cinco mil setecientos veinticinco, o sea el año mil novecientos sesenta y seis de nuestra era. Esta fecha de su nacimiento, está encuadrada perfectísimamente con nuestra manera de pensar.
Calculando al Anticristo, treinta años, cuando aparezca, y tres años y medio de vida pública fulgurante, nos situamos en el período del año dos mil, sobre el cual más o menos, vendrá en definitiva el Cristo-Juez.
Los piramidólogos, como Davidson y Marham Adams, han estudiado en "la Biblia de Piedra", de la Gran Pirámide Kleops. Después de encontrar en ella el mapa de los acontecimientos humanos, desde el nacimiento de Cristo, hasta las guerras europeas, concluyen el estudio de la Gran Pirámide, el sentido esotérico y simbólico de la odisea humana.
El mensaje final de la Gran Pirámide anuncia: "Un Desorden" que será causado por revoluciones y guerras. Despues de estas cosas, nacerá "un orden" que los piramidólogos calculan hacia el dos mil treinta. Después de este orden, se acaban los mensajes de la Gran Pirámide para el mundo. Llega el Fin.
Rodolfo Warner, ha estudiado la relación de la Gran Pirámide con la cronología secreta de los cinco Libros de Moisés. El Génesis, El Levítico, Los Números, el Pentateuco y el Deuteronomio. Las conclusiones han sido: Después de la Gran Catástrofe, vendrá un nuevo Orden Final del dos mil trece hacia el año dos mil noventa. Después el Fin... Ese fin que no pasará del siglo XXI y que concluirá con ese "cataclismo de fuego" deducido hasta de los estudios comparativos del mensaje piramidal y bíblico.
Tres leyes, han existido en el mundo girando en la órbita de Dios. La Ley de la Naturaleza, La Ley Mosaica y la Ley Evangélica. A cada Ley le ha correspondido un período de dos mil años; por lo tanto la Ley Evangélica, acabará hacia el año DOS MIL. Y SEIS MIL AÑOS. SERA LA TOTALIDAD DEL TIEMPO SOBRE LA TIERRA.
San Irineo, que es uno de los Santos Padres más próximos a los Apóstoles, resume así la existencia:
"Dios hizo el mundo en seis días, en seis mil años será destruido. Lo que se ha hecho, es imagen de lo que se hará. Los seis días de la creación son profecía de los seis mil años de la vida de la tierra".
Estas son las ideas que barajan, en una forma elegante e inspirada, toda la comunidad cristiana, llena de doctores, como San Agustín, San Jerónimo, San Justino y San Clemente de Alejandría.
La profecía y el ingenio, lleno de inspirados acentos sublimes, está brillando en aquella síntesis genial del mundo que hizo en el comentario del Apocalipsis, el beato Bartolomé Holzhauser, obispo alemán del siglo XVII. Sobre el nombre de las Siete Iglesias del Apocalipsis, Holzhauser estructura copiosamente: "LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA". La resume en estos términos:
I.—EFESO.—EDAD SEMINATIVA. En esta edad el Evangelio, como grano de mostaza mínimo, se siembra por todo el mundo, y Dios, injerta su viña en Cristo. Hacia el fin de esta edad, todos los Apóstoles, excepto Juan, son martirizados, como las graneles semillas del Reino. Esta Edad, tiene por correlativa, EL DON DE SABIDURÍA, porque en ella se saborean las cosas celestes y no las terrenas.
Esta Edad es correlativa CON EL PRIMER DÍA DE LA CREACIÓN, cuando el Espíritu de Dios, volando sobre las aguas del abismo, hizo la luz, separándola de las tinieblas. Comienza pues, LA PRIMERA EDAD DEL MUNDO DESDE ADÁN, HASTA NOE, en cuyo tiempo, fué propagado, por la carne, el linaje humano.
II.—ESMYRNA.—"Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida". ES LA EDAD IRRIGATIVA.
En esta Edad, la viña de Dios, recientemente plantada, es irrigada con la sangre caliente de los mártires.
"Tendréis una tribulación durante diez días". Con esto, se significaba las diez persecuciones generales de la Iglesia.
La correlativa de esta Edad, en los Dones del Espíritu Santo, ES EL DON DE FORTALEZA.
Esta Edad, es correlativa AL SEGUNDO DÍA DE LA CREACIÓN. En ese día, fue colocado el firmamento en medio de las aguas. Con esto, se prefiguraba, la fortaleza de los mártires, en medio de las tribulaciones encrespadas y violentas.
ESTA SEGUNDA; EDAD DEL MUNDO, abarca desde Noé hasta Abraham. En ella fue derramada, en honor de Dios sobre los altares de los patriarcas, la sangre de las víctimas propiciatorias.
III.—PERGAMO. Noble por la gloria de las ciencias. ES LA EDAD ILUMINATIVA. Comprende desde Constantino hasta Carlo-Magno. La gran constelación de los Santos Padres y de los escritores católicos, ilumina la iglesia y disipa con sus doctrinas, las herejías.
Esta Edad, es correlativa en los dones del Espíritu Santo, CON EL DON DE INTELIGENCIA. En esta edad, se define y se ilustra en una forma espectacular, los grandes misterios trinitarios, bajo las lumbreras de los Santos Doctores.
Esta Edad es correlativa, dentro de los días de la creación, CON EL TERCER DÍA, cuando, retirándose las aguas hacia un lugar definido, apareció la tierra glorificada por la verde yerba y los aromáticos frutales. Fue entonces, cuando el campo de la Iglesia, bañado por las aguas bautismales, produjo la pompa de todas las virtudes y la gloria de las flores de los Santos, así como los grandes frutales solemnes de los doctores.
ES LA TERCERA EDAD DEL MUNDO. En ella, hay una relación de paridad con la antigua Israel. En aquel tiempo, cuando sus enemigos y sus impíos, fueron muertos en masacre: los Sodomitas. Faraón con los suyos, Datan y Abirón. a la par que Dios le daba la ley a Moisés. Aquella ley, que completaba y perfeccionaba la Ley Natural. Así, en esta tercera Edad de la Iglesia, los herejes todos, fueron refutados por los doctores católicos.
IV.—TYATIRA.—EDAD PACIFICA. Comprende desde Carlo-Magno, hasta Carlos V, Emperador y el Papa León X. Reina Cristo en toda su Iglesia.
Es la Época de los grandes sermones y encíclicas contra las malas costumbres. El mundo de entonces, tiene un parecido social y eclesiástico, con los tiempos de Jezabel.
Esta edad, tiene su correlativa con el DON DE PIEDAD. Aparecen los grandes santos de la Iglesia, llenos de suavidad, de piedad y de místicos encantos. San Francisco de Asís, San Bernardo, Santo Tomás, San Buenaventura, Santa Catalina de Siena.
Corresponde este tiempo, CON EL CUARTO DÍA DE LA CREACIÓN. "Aparecen las grandes luminarias en el firmamento llamado Cielo".
En el mundo de Israel, tiene tambien, su correlación de tiempos. Corresponde esta Edad, al periodo aquel, que fue desde Moisés, hasta el templo de Salomón. El exponente de piedad de aquella época, fue Jerusalén salmos penitenciales.
V.—SARDIS. — "Tienes nombre de vivo pero estas muerto".
ES LA EDAD PURGATIVA. Empieza desde Carlos V y llega hasta el advenimiento DEL PONTIFICE SANTO Y DEL GRAN MONARCA.
Es la Época de cribar el trigo de la "era" de Cristo. Las guerras, las revoluciones, las herejías, las grandes persecuciones de la Iglesia desnudada de su riqueza y de sus glorias, con los conventos y las iglesias llenas de ruinas.
ES LA ÉPOCA DEL DON DEL CONSEJO.
Corresponde esta Época, con EL QUINTO DÍA DE LA CREACIÓN, "Produzcan las aguas reptiles animales y aves que vuelen sobre la tierra debajo del firmamento del cielo".
Los peces y las aves, son símbolos de los desenfrenos, de las pasiones libres, y de las pasiones de la carne.
Esta Época, corresponde con aquella de Israel, cuando sucede el cisma de Jeroboán y comprende desde el templo de Salomón hasta su cautividad. El correlativo en nuestro mundo moderno de la herejía, es Lutero. Es la llegada del modernismo al Vaticano.
VI.—FILADELFIA. Significa AMOR DE LOS HERMANOS. ES LA EDAD CONSOLATORIA.
Comprende, desde la llegada del Gran Monarca y del Santo Pontífice, hasta el Anticristo.
Después de las calamidades de la quinta edad, Dios, consolará a su Iglesia. Es la Época de la gran universalidad y de la gran unidad de la Iglesia Católica. La profesión de la fe cristiana, se hará sin la intervención externa de la potestad laica y civil.
Vendrá la gran floración de religiosos y sacerdotes, en la Iglesia. Los buenos pastores. Una gran constelación de santos y doctores, brillará en el firmamento de la Iglesia. Una gran paz, reinará desde el gran Monarca hasta sus sucesores.
Es la edad correlativa con EL DON DE LA PRUDENCIA.
Es en el cosmos de la Creación, EL SEXTO DÍA DEL MUNDO. "Y los hombres dominarán los peces del mar y las aves del cielo y todos los animales, que se mueven sobre la tierra".
Con tales palabras se anuncia el Reino del gran Monarca y el dominio, en cierta forma, de la Ley Natural sobre los animales de la tierra, por parte de los hombres.
Tiene su correlativo en el mundo israelítico antiguo. La liberación de los Judíos y la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén y del Templo. Asimismo, en el futuro, el Gran Monarca destruirá las repúblicas, someterá el imperio de los Turcos, y, dominará en Oriente y en Occidente.
VII—LA ODICEA. Significa EL JUICIO DE LOS PUEBLOS. ES LA EDAD DESOLATIVA. Aparece el Anticristo. Llega el fin del mundo. "Porque ni eres frío ni caliente Yo te vomitaré de mi boca".
Llega el olvido del culto divino y el menosprecio de todas las virtudes. La profesión de la Fe, será una sombra apenas perceptible.
Empieza la ruina de las obras humanas. ES LA HORA DEL DON DE CIENCIA.
Todos conocerán cuando Cristo venga en gloria y majestad, que es Dios. Juez de vivos y muertos.
CORRESPONDE AL SÉPTIMO DÍA DE LA CREACIÓN.
Completa ya su obra en el mundo, Dios, descansará con todos sus santos.
Esta Edad, es correlativa, en el mundo de Israel, CON LA PRIMERA VENIDA DE CRISTO AL MUNDO POR MEDIO DE LA ENCARNACIÓN.
Así, acaba Holzhauser la síntesis genial del mundo y los misterios de Dios en el Apocalipsis. Lo que empezó con su venida por medio de la Encamación, acabará con su llegada en gloria y majestad.
Es numerosa la cantidad de Santos, Doctores e Intérpretes, que han visto en los seis días de la creación, el período de la duración del mundo. Seis días germinativos en la Creación de la Tierra, son la existencia y la figuración de los seis mil años del mundo. La cifra y el símbolo, vienen unidos en aquella profecía del salmo:
"Mil años son como el día de ayer que pasó".
Pasaron seis días solemnes, que pudieron haber sido períodos de tiempo, indefinidos o momentáneos. Luego, seis mil años, son la imagen profética, de los seís días solemnes de la creación. El séptimo milenio, es el del Juicio y el del reposo definitivo. Pero generalmente el septimo milenio, como figuración del séptimo día, que es el dia del Señor, ya no es nuestro. Casi no pertenece a la actividad humana, sino a la divina. Por lo tanto, el séptimo milenio, que empezará a través de la muerte del Anticristo, será inicial y sólo continuará por parte de Dios en el Juicio y en el Cielo.

III
EL IMPERIO ROMANO
Los grandes autores, exégetas, Doctores y Santos, han creído, desde hace muchos siglos, que el fin del mundo vendría con la caída DEL IMPERIO ROMANO.
El terror que sentía San Agustín por la venida de los bárbaros, le hacía comprender, que el fin del mundo estaba cerca.
San Ambrosio, comentando a San Pablo, en la segunda carta a los Tesalonicenses, cuando habla de la venida del Anticristo, dice que la destrucción del imperio romano, será el signo final, del poder de la bestia y del fin del mundo. Muchos autores interpretan el Imperio Romano aún existente, continuado de nombre y de derecho, por el poder de los Papas. (Santo Tomás, (In II Tess, 2), resume la mentalidad escolástica, sobre este concepto:
"El Imperio Romano, no está destruido, está transformado; de imperio temporal, se ha vuelto espiritual; como dice San León en la Fiesta de los Apóstoles. Es necesario, pues, que la defección, de la que habla el Apóstol, no sea sólo una revolución contra el poder temporal, sino también contra el Imperio Espiritual, es decir, contra la Fe de la Iglesia Romana".
La acomodación de Santo Tomás, es cierta, pero según las profecías hasta del Antiguo Testamento, nos hablan de un poder Imperial Cristiano y geográfico, que hará dominar al mundo bajo la espada del Gran Monarca, desde el Oriente hasta el Occidente.
Este Imperio del gran Monarca, fundado seguramente desde Jerusalén bajo la sombra propicia y doctrinal de Roma, será el Mayor Imperio Romano de todos los tiempos. Y Romano será este Imperio, porque el gran Monarca será un Español entroncado auténticamente, en los dogmas de Roma. Entonces cuando este Imperio de la Iglesia Católica Romana, sea destruido, a la venida del Anticristo, será la gran señal para cerrar el fin del mundo. Cuando llegue, pues el Anticristo, destruirá toda manifestación espiritual de conexión y fe, promulgadas en Roma.
Otro concepto de Imperio Romano será el Imperio del Anticristo, rey de reyes de la tierra, con la capital señorial del mundo en Roma. Por lo tanto, el Imperio Romano, tiene dos conceptos: O es el Imperio Romano Espiritual del gran Monarca, a cuya destrucción aparecerá el Anticristo, que es la señal suprema del fin del mundo. O el Imperio Romano, es el gran Imperio del Anticristo, al cual estarán sometidos los Diez Reyes, de Daniel, anunciados también en el mensaje oficial de La Salette. Así, se entiende mejor la profecía y la tradición sin acudir, como Santo Tomás, a la metáfora del reino espiritual de los Papas, desde Roma.

IV
En la descripción biográfica del Anticristo, según el Apocalipsis, parece que se nos anuncia en forma de clave la fecha del fin del mundo:
"Aquí está la sabiduría, el que tenga inteligencia cuente el número de la Bestia. Porque el hombre, tiene un número y su número es 666".
La interpretación del valor numeral de las letras del nombre, es bien conocida y muy embrollada. Sin embargo, bajo esta cifra, se cuenta misteriosamente la época del Anticristo y la del fin del Mundo.
En forma repetida, se nos dá el tiempo. El tiempo en la Sagrada Escritura, está contado en décadas, en siglos y en milenios.
San Juan, repite en forma llena de sentidos, la fecha: Seiscientos sesenta y seis, es igual a seiscientas décadas, igual a sesenta siglos, igual a seis milenios o seis mil años. Luego, el fin, siguiendo la tradición de la Iglesia, la de los mismos judíos y la de los Santos. Los Seis Mil años de la duración del mundo, son igual a esa Semana de la Creación del Génesis.
Los seis días o períodos del tiempo en la creación, son la imagen de los seis mil años del mundo. han pasado cuatro mil hasta la venida de Cristo a Belén, siguen los dos mil de la Era Cristiana. Por lo tanto, ESTAMOS EN LAS VÍSPERAS DEL FIN. EL AÑO DOS MIL, pues, SE CIERRA EL SEXTO MILENIO. Y EL SÉPTIMO QUE SE ABRE ES EL DESCANSO ETERNO EN LA CONTEMPLACIÓN DE DIOS.

V
La profecía particular, en forma sencilla y categórica, nos dá también el barrunto y la aproximación del gran fin.
En forma alegórica, Santa Brígida desde el siglo XIV, nos ilumina con su profecía sobre el mundo:
"Este mundo, es como una nave movida de zozobras por las borrascas de las tentaciones; ni puede vivir en ella el hombre seguro, antes de llegar al puerto de descanso. Así como en la nave hay tres partes, la proa, el medio y la popa, así tres edades te describo Yo, que hay en el mundo.
La primera fue, desde Adán hasta mi Encarnación, la cual viene a significar, por la proa, que era alta, admirable y fuerte. Alta en la piedad de los Patriarcas, admirable en la ciencia de los Profetas, y fuerte en la observancia de la Ley.
Pero esta parte empezó a descender poco a poco, cuando el pueblo judaico despreciando mis santos mandamientos, se entregó a la maldad e impiedad, por lo cual fue desechado de esta honra y posesión.
Más la parte media de la Nave, ésto es, del mundo, empezó a aparecer cuando Yo Mismo, Hijo de Dios Vivo, quise encarnarme; la cual, así como la parte de enmedio de la nave, es más baja y humilde que la otra, así en mi Venida, empezó a predicarse la humildad y honestidad, que muchos siguieron por largo tiempo. Pero ahora que la impiedad y la soberbia, prevalecen, y que mi Pasión está casi olvidada y despreciada, empieza por esto la tercera parte, la cual durará hasta el Juicio.
En esta edad, he mandado por medio de ti al mundo, las palabras de mi boca, y aquellos que las oyeren y siguieren serán felices. Así pues, como Juan dice, no en su evangelio sino en el Mio: "Bienaventurados aquellos que no han visto y han creído". Ahora digo Yo "Bienaventurados serán con felicidad eterna, aquellos que oyeren estas palabras y las siguieren".
En el fin de esta edad, nacerá el Anticristo. Así como de la unión espiritual nacen los hijos de Dios, así el Anticristo, nacerá de una mujer maldita que fingirá saber cosas espirituales, y de un hombre malo, de cuyas semillas por permisión mía, el diablo formará su obra.
Pero el tiempo de este Anticristo, no será como aquel religioso cuyos libros has visto, describe, en un tiempo de ti desconocido, cuando la iniquidad abundare sobremanera y la impiedad creciere inmensamente.
Sábete pues, que antes que el Anticristo venga, se abrirá a los gentiles la puerta de la fe. Pero después los cristianos amando las herejías y conculcando los inicuos al clero y a la justicia, será señal evidente que en breve vendrá el Anticristo".
La clarisa lega llamada Sor Natividad, dejó escritas, al morir, en el convento de Fougeres de Bretaña en el 1798, varias profecías sobre el Anticristo y el fin del mundo. Dicen esas profecías :
"EL AÑO DOS MIL NO PASARA SIN QUE LLEGUE EL JUICIO COMO LO HE VISTO EN LA LUZ DIVINA".
La célebre profecía de Magdalena de Porstat, empieza como ya hemos visto, así:
"Levántate, hija mía, ve a anunciar a mi pueblo QUE SE APROXIMA EL FIN DE LOS TIEMPOS".
Y repite de nuevo:
"VED AQUÍ EL FIN DE LOS TIEMPOS".
Lucía de Fatima saca por conclusión de las apariciones y de las conversaciones con la Señora de Fatima: "ESTO ES YA EL FIN DE LOS TIEMPOS".
Pío XII en el mensaje de Pascua de 1957, completaba el cuadro:
"HAY TANTAS SEÑALES DE QUE TU RETORNO ESTA CERCA".
Los hijos de Jehová reunidos en New York el 4 de Agosto de 1958 se empiezan a preparar para el fin del mundo: La agencia Internacional (AFP), dio la noticia a las naciones:
"Ignoramos el día y la hora, pero el fin del mundo está próximo", anunció tranquilamente ayer, ante más de 200,000 personas reunidas en el Yankee Sladium, Nathan Knorr, reconocido como líder máximo de la secta "Testigos de Jehová".
Knorr dijo que "el gobierno del hombre y de los innumerables dioses imaginados por el hombre ha fracasado" y que las Naciones Unidas no tendrán mayor éxito que su predecesora, "la abominable y blasfema Sociedad de Naciones".
"Ha llegado el momento —agregó ante un atento auditorio— en que va a librarse el combate decisivo entre el bien y el mal".
Optimista, Knorr dio como favorito al bien y dijo que los "Testigos de Jehová" nada tienen que temer, ya que irán directamente al cielo.
La muerte empieza a tocar a arrebato sobre el mundo.
De entre los cuatro cardinales lados,
La atronadora voz de la trompeta
esparcirá su son por el planeta,
de los sepulcros duermen, olvidados...
Muertos, resurrección tumultuosa, crisálida de la gloria, visión de Dios. . . Por fin. . . Destino Final.

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