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lunes, 26 de noviembre de 2012

RESUMEN DE LA CONDENACION DE LA IGLESIA A LA MASONERIA

Revista Claves
Diciembre de 1992
 (Publicado en "Trento", No. 132, Dic. 1981)
CAPITULO II 

     Contiene: Términos del Derecho Canónico vigente. Constitución "In Eminenti" de S.S. Clemente XII. Constitución "Providas" de Benedicto XIV. Letras Apostólicas "Ecclesiam a Jesu Christo" de S.S. Pío VII. Constitución "Quo graviora" de León XIII. Encíclica "Traditi" de Pío VIII. Encíclica "Mirari Vos", de Gregorio XVI. Encíclica "Qui Pluribus" y otras, de S.S. Pío IX. Encíclica "Humanum Genus" de León XIII.

-I-

TERMINOS DEL DERECHO CANONICO VIGENTE
     La condenación de la iglesia está actualmente en los siguientes términos del Canon 2335 del Código de Derecho Canónico:
"LOS QUE DAN SU NOMBRE A LA SECTA MASONICA, O A OTRAS ASOCIACIONES DEL MISMO GENERO QUE CONSPIRAN CONTRA LA IGLESIA O A LAS LEGITIMAS POTESTADES CIVILES, CONTRAEN POR EL MISMO HECHO EXCOMUNION SIMPLEMENTE RESERVADA A LA SEDE APOSTOLICA". El Canon siguiente condena con mayores penas a los clérigos que cometan ese delito.
Nota de Trento: Se trata del Código vigente al tiempo que escribió el cardenal Caro, que es el mismo que rige hasta hoy para la verdadera Iglesia Católica. El Canon siguiente al que se refiere el cardenal Caro, lo reproducimos aquí:
     Canon 2336.- "A los clérigos que han cometido el delito de que se trata en los cánones 2334 y 2335, debe castigárseles, además de las penas establecidas en los citados cánones, con la de suspensión o privación del mismo beneficio, oficio, dignidad, pensión o cargo que puedan tener en la Iglesia. Y a los religiosos, con la privación del oficio y su voz activa y pasiva y con otras penas a tenor de sus constituciones. Inciso 2.- Los clérigos y religiosos que den su nombre a la secta masónica o a otras asociaciones semejantes, deben además ser denunciados a la Sagrada Congregación del Santo Oficio".

 Continuando nuestra explicitación sobre estos puntos, reproducimos las notas explicativas que aparecen al calce de la página donde se presenta el Canon 2335, para aclarar las "Figuras de delito" más explícitamente. Dice:
     Figura de delito: (Canon 2335). Son sociedades que maquinan contra la iglesia o contra las potestades civiles legítimas, aquellas que tienen por fin propio desarrollar una actividad subversiva, valiéndose para ello de medios ilícitos, cuales son, entre otras, las asociaciones anarquistas, nihilistas y comunistas.
     Según una Instrucción del Santo Oficio del 10 de Mayo de 1884, son asociaciones prohibidas todas las que exigen de sus afiliados juramento de guardar secreto absoluto y de obedecer ciegamente en todo a jefes y corifeos que permanecen en el misterio; pero esto no quiere decir que todas ellas caigan sólo por eso, bajo la penalidad que se establece en este canon. Para que se incurra en la excomunión se requiere:
     a.- Que se haya dado el nombre a la sociedad, inscribiéndose como afiliado en los registros de la misma, y, b.- Que el fin propio, total o parcial, de la sociedad, sea maquinar contra la Iglesia o las potestades civiles legítimas en la forma dicha, importando poco que esto lo haga pública o ocultamente, que exija secreto a los afiliados o no lo exija".
     Con la presentación del canon 2336 y la nota adicional creemos que está más completa la cita del cardenal Caro. N. de T.


-II-

CONSTITUCION "IN EMINENTE' DE S.S. CLEMENTE XII
   Clemente XII (año 1738) hablando de la Masonería en su Constitución "In Eminenti" dice: "Tal es la naturaleza del crimen que se traiciona a sí mismo, y que los propios esfuerzos que se hacen para ocultar lo hacen notar mejor. Así las sociedades dichas han despertado tan fuertes sospechas en el espíritu de los fieles, que afiliarse a ellas es, a los ojos de las personas sensatas y honradas, mancharse con el signo de una completa perversión. Y en efecto, si esos hombres no hiciesen el mal, ¿tendrían tan grande horror a la luz? Esta reprobación universal ha llegado a ser tan manifiesta que en muchos países el mismo poder secular, ya desde algún tiempo, ha proscrito y prohibido dichas sociedades como contrarias a la seguridad de los reinos".

 -III- 

CONSTITUCION "PROVIDAS" DE BENEDICTO XI
     El Papa Benedicto XIV en 1751, en su Constitución "Providas" renueva la condenación: "Entre las causas muy graves que han inducido a nuestro predecesor Clemente XII, a prohibir y a condenar las dichas sociedades, que han sido expresadas en la Constitución más arriba mencionada, la primera:
     Que en esta clase de sociedades se reúne hombres de toda religión y de toda secta, lo que puede evidentemente traer los más graves daños a la pureza de la religión católica. La segunda es el secreto riguroso e impenetrable con que se oculta todo lo que se hace en estas asambleas, de modo que se les puede aplicar bien la palabra de Cecilio Natal referida por Minucio Félix: "Las cosas buenas aman siempre la publicidad, los crímenes se cubren con el secreto".
     La tercera es el juramento que hacen los miembros de estas sociedades de guardar inviolablemente este secreto, como si pudiese serles permitido alegar una promesa o un juramento cualquiera para rehusar declarar, cuando sean interrogados por la autoridad legítima, lo que se hace en esos conventículos contra el orden establecido, sea religioso o político. La cuarta es que estas sociedades no son menos contrarias a las leyes civiles que a las leyes canónicas. La quinta es que ya en muchos países han sido proscritas por las leyes de los príncipes seculares. La última, en fin, es que estas sociedades están en mala reputación ante las persona prudentes y probas, y que afiliarse en ellas es, a sus ojos, mancharse con la tacha de perversidad"
.
    Movido por esas mismas razones, el Papa recomienda a los Obispos y superiores eclesiásticos, como a los príncipes seculares, cumplir el deber que tienen de preocupar extinguir dichas sociedades. 


-IV-

LAS LETRAS APOSTOLICAS  
"ECLESIAM A JESU CHRISTO" DE S.S. PIO VII. 
     Pío VII, condenó a la Masonería en general y la secta de los CARBONARIOS de un modo especial, en sus Letras Apostólicas mencionadas el 13 de septiembre de 1821. Señala el carácter hipócrita de los Carbonarios, que hacen afectación de respeto por Jesucristo, su religión y su Iglesia, y tratan de propagar el racionalismo o la indiferencia religiosa, parodiando la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, y haciendo irrisión de los demás misterios cristianos, y favorecen toda licencia y empresa sediciosa, permitiendo matar al que haga cualquier revelación. Por lo cual, dice el Papa que no hay que extrañar que se hayan cometido ya tan grandes atentados en Italia.

-V-

CONSTITUCION "QUO GRAVIORA" de S.S. LEON XIII.
    León XIII, condena aún con mayor solemnidad que sus predecesores a la Masonería, en la mencionada Constitución del 13 de marzo de 1825, señalando especialmente la secta de los Universitarios. Atribuye a las sectas de la Revolución francesa, con todas las perturbaciones y sediciones que se renovaban sin cesar y las calamidades que sufría la Iglesia. "No hay que creer, dice, que si atribuimos a las sociedades secretas todos estos males y otros aún que pasamos en silencio, es falsamente y por calumnia. Las obras que los miembros de estas sectas se han atrevido a escribir sobre la religión y sobre la sociedad civil, y en las cuales tratan con desprecio a la autoridad, "blasfemando de la majestad", presentan a Jesucristo como un escándalo o locura, y aún niegan la existencia de Dios y sostienen que el alma muere con el cuerpo. Los códigos y los estatus en los cuales se explican sus prácticas y sus proyectos prueban evidentemente lo que hemos dicho, a saber, que estas sectas son las fuentes de donde parten tantos esfuerzos para trastornar los poderes legítimos, y destruir enteramente la Iglesia.
     En fin, es cierto e incontestable que todas estas diferentes sociedades aún llevando distintos nombres, están aliadas entre sí por el lazo criminal de sus proyectos infames"
.


-VI-

ENCICLICA "TRADITI" DE S.S. PIO VIII
     Pío VIII escribe a los Patriarcas, Primados y Obispos de todo el mundo, señalándoles el deber de fijarse en "estas asociaciones secretas de hombres facciosos, enemigos declarados de Dios y de los príncipes, que emplean todo su esfuerzo en desolar la Iglesia, en trastornar los estados, en perturbar todo el universo, y que rompiendo el freno de la verdadera fe, abren el camino a todos los crímenes. Empeñándose en ocultar bajo la religión de un juramento tenebroso la iniquidad de sus reuniones y los designios que forjan en ellas, han hecho sospechar desde el principio estos espantosos atentados que hemos visto salir en estos tiempos desgraciados del fondo del abismo y que han estallado con gran daño de la religión y de los imperios".

 -VII-

ENCICLICA "MIRARI VOS", S.S. GREGORIO XVI.
     Gregorio XVI en la primera Encíclica que dirige al mundo entero, señala a la Masonería como "la principal causa de todas las calamidades de la tierra y de los reinos" y "como el sumidero que impuso todas las sectas anteriores".

-VIII-

ENCICLICA "QUI PLURIBUS" 
Y OTRAS ALOCUCIONES DE S.S. PIO IX.
     Pío IX, el calumniado de masón por la Masonería, durante su pontificado, condenó y proscribió la secta más de veinte veces. "Entre las numerosas maquinaciones y los diversos medios de que los enemigos del nombre cristiano se han valido para atacar la Iglesia y con los cuales han tratado, aunque en vano, de destruirla, es menester contar sin duda alguna, Venerables Hermanos, esa secta perversa, llamada "Masónica" vulgarmente, que, oculta al principio en antros tenebrosos, ha acabado por salir a la luz para ruina de la religión y de la sociedad civil.
     Ciertamente, ni nuestros padres ni nosotros jamás habríamos tenido que deplorar tantos movimientos sediciosos y revolucionarios, tantas guerras que pusieron fuego a la Europa entera ni tantos males que han afligido y afligen aún a la Iglesia. Si los príncipes hubieran hecho caso de las exhortaciones de los Papas anteriores, que les inculcaban el deber de reprimir la secta peligrosa...
     ¿Qué significan esos conventículos tan secretos y ese juramento tan riguroso que se exige de los iniciados de no descubrir nada de todo lo que concierne a esas sociedades? ¿Por qué esas penas espantosas a las cuales se comprometen los miembros en el caso de que vinieran a faltar a sus promesas? Ciertamente, no puede dejar de ser impía y criminal una sociedad que huye de este modo de la luz del día; porque "el que hace el mal, según la palabra de los libros santos, aborrece la luz".
     Después de su Encíclica y de este último párrafo de su Alocución del 24 de septiembre de 1865, confirma el Papa enseguida las condenaciones hechas por sus predecesores a las sociedades secretas y en particular a la Masonería.


-IX-

CONDENACION DE S.S. SAN PIO X
     El 29 de abril de 1876, declaró Pío X que "esas condenaciones y prohibiciones de la Masonería se extienden a las logias del Brasil y a las de cualquier lugar de la tierra, para destruir el engaño de los masones del Brasil que pretendían que esas condenaciones eran sólo para las logias de Europa, y no para las de América, que se ocupaban, según ellos, sólo del progreso de la civilización y de la beneficencia".

-X-

ENCICLICA "HUMANUM GENUS" DE LEON XIII
     El 20 de abril de 1884 salió a la luz la Encíclica "Humanum Genus", el documento más interesante y completo que la Iglesia haya publicado contra la Masonería, de manos del inmortal León XIII.
     Es un documento que debiera divulgarse en todas partes, pues nada ha perdido de su importancia y actualidad; antes al contrario, cada día resplandece con más brillo la sabiduría del que lo dictó. Veamos un resumen.
     1° INTRODUCCION A LA ENCICLICA.- Comienza el Papa recordando que, después del pecado, el género humano quedó dividido en dos ciudades, la de Dios y la de Satanás; una que trabaja por restablecer el reinado de Dios, mediante la obediencia a sus leyes y el reconocimiento de Jesucristo y de su Iglesia, y la otra que trabaja para el reino de Satanás, con la desobediencia y la guerra a Dios, a Jesucristo y a su Iglesia.
     2° REINADO DE SATANAS.- En esta guerra, dice el Papa, la Masonería es un auxiliar poderoso del reinado de Satanás. Entra después a probarlo. Manifestando que está bien clara la naturaleza e intento de la Masonería, "POR INDICIOS MANIFESTADOS, POR PROCESOS INSTRUIDOS, POR LA APLICACION DE SUS LEYES, RITOS Y ANALES, ALLEGANDOSE A ESTO MUCHAS VECES LAS DECLARACIONES MISMAS DE LOS QUE HAN SIDO COMPLICES". Los Papas no han hablado, pues, a ciegas, de la Masonería ni la han calumniado.

   3° DISIMULO DE LOS PLANES.- Expone el modo de disimular los planes que tienen los miembros de la Masonería. "Buscan hábilmente subterfugios, tomando la máscara de literatos y sabios que se reúnen para fines científicos, hablan continuamente de su empeño por la civilización de su amor por la ínfima plebe, de que su único deseo es mejorar la condición de los pueblos y comunicar a cuantos más puedan las ventajas de la vida civil".
   4° MONSTRUOSIDAD QUE CONDENA LA RAZON.- Hablando de los juramentos y castigos a que se obligan y de la muerte que han sufrido algunos como castigo de la Masonería, dice el Papa: "Esto de fingir y querer esconderse, de sujetar a los hombres como esclavos con fortísimo lazo y sin causa bastante conocida, de valerse para toda maldad de hombres sujetos al capricho de otros, de armar a los asesinos procurándoles la impunidad de sus crímenes, es una monstruosidad que la misma naturaleza rechaza, y, por lo tanto, la razón misma y la misma verdad evidentemente, demuestran que la sociedad de que hablamos pugna con la justicia y probidad naturales".
     5° SUS FRUTOS DAÑOSOS.- Enseguida manifiesta el Papa que los frutos de la Masonería son dañosos y acerbísimos: Para sustituir el naturalismo al cristianismo en la civilización, se ha perseguido con odio implacable a la Iglesia, al clero, a la enseñanza cristiana, y sobre todo al Papado. "Aunque faltaran otros testimonios, -dice el Papa-, consta suficientemente lo dicho por el testimonio el de los sectarios mismos, muchos de los cuales, tanto en diversas ocasiones como últimamente, han declarado ser propio de los masones el intento de vejar cuanto puedan a los católicos, con enemistad implacable, sin descansar hasta ver deshechas todas las instituciones religiosas establecidas por los Papas.
     Con el sólo hecho de admitir hombres de toda religión, -
continúa diciendo el Papa, se establece el indiferentismo práctico. "De hecho la secta concede a los suyos libertad absoluta para defender que Dios existe o que Dios no existe". Con lo cual se ve que niegan hasta las verdades más fundamentales conocidas por la razón natural, como la existencia de Dios, la espiritualidad e inmortalidad del alma.
     Como consecuencia de esto viene el empeño por la educación laica, libre, independiente, y por propagar los incentivos a la corrupción de costumbres. Esto puede confirmar una cosa más increíble de decirse que de hacerse; porque apenas hay tan rendidos servidores de esos hombres sagaces y astutos, como los que tienen el ánimo enervado y quebrantado por la tiranía de las pasiones. Así hubo en la secta masónica quien dijo públicamente y propuso que ha de procurarse con persuación y maña que la multitud se sacie en la innumerable forma de licencia de vicios, en la seguridad de que así la tendrán a su arbitrio para atreverse a todo"
.
     Hace ver el Papa la doctrina NATURALISTA sobre la familia, el matrimonio, civil, sin Dios; la licencia, igualdad y soberanía absoluta del pueblo; el ateísmo del Estado, cosa que se deriva del mismo Naturalismo, y que es común a los masones con los comunistas y socialistas, "a cuyos designios, -dice el Papa- no podrá decirse ajena la secta de los masones, como que favorece en gran manera sus intentos y conviene con ellos los principales "dogmas".
     ¡Ojalá, dice León XIII, todos juzgaran el árbol por sus frutos!

(Nota de Trento: ciertamente, nosotros en nuestra patria mexicana estamos hoy viviendo esos amargos frutos sembrados por la Masonería y el Comunismo a través de los Estados liberales masónicos y procomunistas que hemos tenido desde hace tiempo, suficientes para lograr que pese a que la mayoría de los mexicanos, se declaran católicos, triunfe el ateísmo de Estado, no el laicismo, sino el naturalismo el marxismo en la enseñanza escolar universitaria, la destrucción de la institución familiar y la corrupción moral propiciada por el mismo Estado apoderado de medios de difusión que sirven como jamás pudieron soñar los enemigos de la Fe Católica, para formar nuevas generaciones de ateos, de gente sin moral y sin convicción alguna más que la que le motivan los mismos que la han llevado a la ruina en todos sentidos. La misma iglesia postconciliar es hija y fruto de la Masonería, de sus planes ya no secretos, sino públicos. Los obispos mexicanos de la nueva iglesia, alaban oficialmente "la libertad, igualdad y fraternidad", lema masónico que han hecho suyo y qué es lo que "defienden" contra los católicos que aún aman la verdadera fe y el sentido cristiano de la vida. Amargos frutos ha dado entre otros muchos países, en nuestra patria la Masonería. De tal manera lo han destruido todo, que como en los primeros tiempos, pero ahora no por ser los primeros, sino por ser los tiempos de la ruina tras un espantoso cataclismo que arrasó templos, escuelas y conventos, primero a través de leyes inicuas de los que niegan a los otros la LIBERTAD de que hacen tanta gala, y después por medio de la corrupción de la doctrina y de la moral, por esto mismo, repetimos, los católicos tenemos que reunimos de nuevo en catacumbas en pleno siglo XX. Y difícil, si no imposible, sólo por la Gracia de Dios se puede lograr librar a la infancia y juventud de la marea del error y de la corrupción moral que ha surgido únicamente como frutos de las doctrinas masónicas y marxistas. Nadie que no pretenda engañarse a sí mismo o engañar, puede negar el origen de todos los males que nos rodean y empapan. ¿Qué decía León XIII que había que hacer, y lo decía cuando parecía tener aún remedio para las mayorías el amago del satánico enemigo? Veamos...)

    6° REMEDIOS CONTRA LOS MALES.- Indicando los remedios contra los males ya causados y los peligros de mayores males por parte de la Masonería, el Papa señala los siguientes medios:
I.- Renueva las proposiciones y prohibiciones de sus antecesores. (O sea las excomuniones, sanciones, prohibiciones, etc.)
II.- Recomienda a los Obispos que procuren quitar la máscara a la Masonería. (Nota de Trento: así pues, el sentir de los verdaderos Pontífices católicos, no encierra ninguna benevolencia hacia la secta. Disentir de tantos Papas que actuaron en defensa de la Fe Católica y de la misma sociedad cristiana, como lo harán los postconciliares con su pretendida supresión de la excomunión a la Masonería, será hacer más evidente su contradicción con la doctrina de la Iglesia verdadera).
     Recomienda, pues, León XIII a los Obispos que procuren quitar la máscara a la Masonería, de modo que los masones sean conocidos como lo que son, y que "nadie por ningún título dé su nombre a la secta masónica... Que a ninguno engañe aquella honestidad fingida".
    "Puede, -prosigue-, en efecto, parecer a algunos que nada piden los masones abiertamente contrario a la Religión y a las buenas costumbres; pero como toda la razón de ser y la causa de la secta estriba en el vicio y en la maldad, claro es que no es lícito unirse a ellos ni ayudarles en modo alguno".
III.- La instrucción religiosa de todos, el fomento de la Ven. Orden Tercera de San Francisco y de la Sociedad de San Vicente de Paúl.
(Nota de Trento: Acerca de la mencionada Orden y la Sociedad de San Vicente, no serían recomendación para nuestro tiempo, ya que ambas congregaciones religiosas están en manos de los postconciliares. Pero la espiritualidad de San Francisco y sobre todo la caridad de San Vicente de Paúl, cualquier católico la puede hacer suya, colaborando así e invitando a otros a permanecer en la verdadera Fe y en las obras de misericordia y de justicia ante todo).
IV.- El desvelo por la educación cristiana de la juventud. Este es el medio que propone como muy importante en las manos de los enemigos, sobre todo a través de la escuela. Añade el Papa que "desde temprano se inspire a los niños y jóvenes el horror que merecen las sociedades prohibidas por la Iglesia".
(Nota de Trento: Y ahora tenemos que incluir como sociedad prohibida a la iglesia postconciliar, amiga de los masones, y que hace todo lo que la Santa Iglesia verdadera prohibe. Por lo mismo ella misma, la postconciliar, resulta lógicamente prohibida.)
V.- El quinto medio propuesto es "La unión de los buenos en la oración y en la ACCION, para conseguir el auxilio divino, sin el cual serían infructuosos los demás medios".

     Hasta aquí las citas de los pontífices contenidas en la obra del Cardenal Caro.
     A estas citas siguen las:
  DISPOSICIONES ECLESIASTICAS ACERCA DE LA CONDUCTA QUE DEBE OBSERVARSE CON LOS MASONES.
     Cita el Cardenal Caro dichas normas con estas palabras:
     "Terminaré este capítulo haciendo mía las palabras del Ilmo. Señor Obispo de Guayana, en Venezuela, en su Pastoral del 26 de agosto de 1907, en la cual resume las reglas de conducta que la Iglesia ha proscrito observar para los masones. Estas son:
     "Habrá podido caber hasta ahora la buena fe en muchos de los que asociaban a la secta masónica: no es nuestro objeto negar esto y antes bien, estamos inclinados a creer que así es; pero esa buena fe, o mejor dicho, esa ignorancia, no tiene lugar desde hoy, toda vez que la misma Masonería se ha descubierto por sí misma y ante sí misma, y ha declarado la guerra manifiesta contra la Religión y la Iglesia Católica. Hoy, pues, no hay sino dos caminos: O PERTENECER A LA MASONERIA Y QUEDAR, COMO ES LOGICO, SEPARADO DEL SENO DE LA IGLESIA, nuestra amorosa Madre, O APARTARSE DE LA MASONERIA y correr a las filas de los verdaderos católicos, que son los hijos sumisos de la Iglesia, cuyas determinaciones y disposiciones deben ser obedecidas por todo cristiano que desee salvarse.
     Para mayor claridad y para que nada haya que desear, venimos a exponer las disposiciones que la Iglesia, desde tiempo atrás, ha tomado contra la Masonería, y los que a ella pertenecen, después de haber lanzado contra ella y sus adeptos la excomunión mayor, (Latae sententiae) reservada al Papa.
     Según dichas disposiciones:
1.- Ningún masón podrá ser absuelto en el santo tribunal de la Penitencia si antes no abjura de la Masonería y se separa de ella, cumpliendo por lo demás, lo dispuesto por la Congregación del Santo Oficio el 5 de agosto de 1808.
2.- Ningún masón podrá ser admitido como padrino de bautismo ni confirmación.
3.- Los matrimonios de los masones no se podrán celebrar en la Iglesia, y el cura párroco sólo podrá presenciar tales matrimonios en la casa de los contrayentes, en su traje ordinario, sin ninguna vestidura eclesiástica, limitándose únicamente a oír su mutuo consentimiento. (Nota: Según disposiciones del Derecho Canónico, dictadas después de esta Pastoral, el sacerdote que asiste al matrimonio debe no sólo oír, sino también requerir el consentimiento de los novios, para la validez del matrimonio. Canon 1005, 3).
4.- El masón deberá prometer bajo juramento que no impedirá que sus hijos sean educados en la Religión Católica. (Se trata desde luego de matrimonios en los cuales la contrayente es católica).
5.- El masón que muera en la secta masónica, no habiendo querido apartarse de ella, no podrá tener entierro eclesiástico. (Nota: le corresponde la excomunión, por lo mismo no puede tener lo anunciado).
6.- Se prohibe hacer entierros a que asistan masones con alguna insignia masónica, sea ésta cual fuere.
7.- Ningún masón puede ser miembro de ninguna cofradía religiosa.
(Nota: sobre los católicos; debe disuadírseles, según el Canon 1065, de contraer matrimonio con masones. Agotados los medios persuasivos sin éxito, el matrimonio se realizará en la forma descrita por el Canon 1005).
 AHORA BIEN, TODAS ESTAS DISPOSICIONES PERMANECEN EN PIE, aunque seguramente será también "abolidas" por los autores del nuevo Derecho. Pero hay que insistir en que NO SE TRATA DEL DERECHO CANONICO DE LA VERDADERA IGLESIA. Pero por esto es mayor su peligrosidad, ya que desgraciadamente la inmensa mayoría de los católicos viven en el cisma postconciliar, creyendo estar en la verdadera Iglesia Católica. Pero podemos preguntar, ¿es que a estas alturas y con todo lo que públicamente se dice y se comenta sobre los visibles cambios en lo fundamental operados a través de la iglesia postconciliar, puede alguien que no viva en un absoluto aislamiento social, afirmar que no se da cuenta de tales cambios?. Unos se darán cuenta de unos, otros, de otros. Pero ciertamente es difícil que los católicos después de 18 años de novedades postconciliares puedan afirmar que no han notado ningún cambio. En todo caso, están obligados en conciencia a investigar, si algo ven que va en contra de su sentido de la fe, si algo leen o escuchan que denuncien, por parte de personas probas, un cambio en la Iglesia que conduce a la ruina de la Fe, los ritos, y la disciplina católica, por más que esta destrucción no sea universalmente aceptada. Todos y cada uno seremos juzgados respecto de esta hora terrible en que nos ha tocado vivir, y la excusa no podrá ser de ignorancia inculpable para las mayorías, nos atrevemos a decir.
     Un conformismo culpable está conduciendo a las masas católicas en un plan de colaboración pecaminosa hacia el cisma más grande de los siglos. Aún es tiempo de reflexionar sobre esta enorme responsabilidad de cada católico, particularmente de cada sacerdote, y de cada fiel, en la hora presente. Dios no negará Su gracia, como no la ha negado, a quienes por defender Su verdad y Su reino padezcan confesando a Jesucristo delante de los hombres. Pero también recordamos la sentencia evangélica que nos dice que nuestro Señor Jesucristo "desconocerá ante el Padre al que le haya negado delante de los hombres".
     Como Cristo es UNO solo, con UNA sola doctrina de la que es depositaría la Santa y verdadera Iglesia, nadie puede quedarse con "pedazos de doctrina" conservados en una secta cismática mientras acepta que sea arrasado lo fundamental. Este sería el mayor pecado. Pecado contra la Fe. Quiera Dios despertar de la inercia espiritual a todos los bautizados en la verdadera Iglesia, a fin de que reconozcan la terrible realidad de este cisma, y se dispongan a defender su Fe Católica.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo quiero recordar que para que haya validez, licitud y por tanto legitimidad en la colación del Orden Sacerdotal, son NECESARIAS tres cosas:
1ª:Seguir el Ritual y las oraciones establecidas por la Iglesia.
2ª: Imposición de manos rezando la fórmula.
3ª: INTENCION de hacer lo que hace la Iglesia.
Por tanto, ninguna ordenación sacerdotal o consagración episcopal es tal, si adolece de estos requisitos, es así que un masón jamás podrá -por el hecho mismo de serlo- TENER LA INTENCION de la Iglesia.
Queda claro que no basta la "buena fe".
Entonces en buena lógica se debe concluir que ninguno que haya "recibido" de manos de un masón la colación del Orden Sacerdotal, sea válido y legítimo sacerdote u obispo.
Hacha Brava.

Anónimo dijo...

En una palabra se podría decir entonces sin temor a errar de que el "arzobispo" Lefebvre no sería tal, sino un laico con infulas de obispo y todos sus "oredenados" serían laicos con sotanas; cosa triste pero real -me lo sospeché desde un principio-
Germán

Anónimo dijo...

Germán, Usted ha concluído bien. LLeve ahora su imaginación hasta ver qué hubiera pasado si Dios Nuestro Señor no hubiera previsto la existencia de Monseñor Thuc. No es difícil ver que la Resistencia Católica contra la Apostasía constituída en cuerpo organizado en la Gran Ramera Idolátrica, debe entrar por esta"puerta abierta que nadie puede cerrar". El legítimo Sacerdocio Católico "pasa" por aquí. Ahora el trabajo nuestro debe consistir en que los obispos descendientes de MOns.Thuc se reúnan y nos den al Papa para que la Iglesia formada como un ejército en orden de batalla aplaste la Apostasía, combata al Anticristo y llegue a la Parusía. Existen las Promesas de Jesucristo de coronar al vencedor.
Hacha Brava

Gladiador dijo...

Un masón conspira contra la existencia de la Iglesia. Al menos en su naturaleza, no necesariamente en su materialidad. Es mejor tener falsos obispos que no tenerlos. Según su lógica. Porque faltará la gracia en los sacramentos falsos. Y es mejor introducir falsa jerarquía que no tener ninguna, porque entonces tienen sus armas y las murallas y los puentes habrán caído. Creen y rugen. Por más que afirmen que sólo basta la forma y la materia porque eso supone, siguiendo el ritual, que se quiere hacer lo la Iglesia intenta, nunca se podrá decir que si la masonería está condenada como enemiga declarada de la Iglesia, un masón va a tener alguna intención de hacer algo válido. Me pregunto: ¿un Papa que realmente creyera que lo que entrega es a Cristo sacramentado, lo haría en las manos? Y en las manos de cualquiera, que ni siquiera consume delante de él, sino que guarda la hostia en el bolsillo y se va. Hay videos de eso. Cuidado con las líneas episcopales, como les llaman, porque un día serán reordenados muchos (o no) que hasta hoy son los "portadores de la continuidad". Cuidado. Y me refiero a la FSPX.Yo no sé bien lo de Castro Mayer...¿fue, co-consagrante? LOs obispos co-consagrantes existen justamente para asegurar la validez de una consagración. Pero, cave canem.

Anónimo dijo...

Gladiador, creo que sí que Don Antonio de Castro Mayer fue para eso, sinó los cuatro serian nada consgrados nada.
Germán

Anónimo dijo...

Suponiendo que así fuera, todos los seminaristas y religiosos "ordenados" por Lefevbre, ANTES de la creación de los cuatro "obispos" , no serían sacerdotes.
Habrá sido de buena fe la actuación del "arzobispo"...pero ¡ qué estafa!
¡Cómo se hace ahora que están desparramados por todos lados para que realmente se ordenen!? ¿Y dónde va a parar la confianza que la gente depositó en ellos? ¿quién devuelve los estipendios por misas, viajes, fundaciones, conventos y seminarios? ¿cuál de los cuatro "obispos" sería capaz de hablar claro y anunciarlo?
Mejor es ir a lo seguro y no andar dudando. La descendencia de Mons. Thuc estálimpia de sospecha masónica.
Estanislao Javier Morales

Gladiador dijo...

Lo màs curioso es que fue el mismo Mons. Lefevbre el que anunciò que "lamentablemente" el cardenal Liènart era masòn...Pero èl, Mons. Lefebre, ¿fue consagrado por tres obispos, no por uno... el 18 de septiembre de 1947? Al menos deberìa haber sido asì. Pero es un tembladeral, porque hay obispos sedevacantistas provenientes de consagraciones de Monse Thuc, que fueron ordenados sacerdotes por...Lefebvre. Si alguien puede decirme quienes fueron -si los hubo- co-consagrantes en la consagraciòn de Lefebvre, se podràn atar algunos cabos. Pero no caminar por la cornisa estarìa bien, eso es para un gato. Acà yo trato las cosas con cuidado...con mucho cuidado.